AL BARÇA LE COSTARÁ OLVIDAR
Neymar, marcado por la sombra de Ronaldo...Y de Figo
Publicación:4/08/2017 - 18:42h
Actualización:4/08/2017 - 18:46h
La salida de Neymar del Barça dejará una herida difícil de cicatrizar, pero no es la primera vez que un terremoto como este sacude el Camp Nou. El delantero quedará marcado para siempre, junto a otros 'fugados' ilustres, como Ronaldo Nazário y Luis Figo
Tras demasiados días de rumores y una incómoda gira americana de pretemporada, Neymar ya se ha pronunciado sobre un futuro que ya está lejos del Barça y que se ha teñido del azul del Paris Saint Germain. Su marcha ha dejado un agujero en el equipo, y los aficionados culés han pasado de la sorpresa al enfado por un abandono que no es la primera vez que viven.
La decisión del brasileño ha dejado en fuera de juego a propios y extraños, puesto que el de Sao Paulo era una de las referencias en el once, en el que era titular indiscutible y cada vez tenía más peso. Su esperado relevo a Leo Messi estaba cada día más cerca de producirse, pero la respuesta del delantero ha sido hacer las maletas y buscar una nueva aventura en la capital de Francia.
Su caso guarda muchas similitudes con el de uno de sus compatriotas, Ronaldo Nazário, que en 1996 se convirtió en un ídolo en el Camp Nou marcando 34 goles en 37 partidos en LaLiga, para acabar saliendo por la puerta de atrás rumbo a Milan. Llegó el verano y el crack, con tan solo 20 años y una temporada en la Ciudad Condal, se marchó rumbo a un Inter que pagó el equivalente a 24 millones de euros que marcaba su cláusula de rescisión.
La gran traición
Pero si la baja de Ronaldo fue sonada, la que nunca van a perdonar en Barcelona es la de Luis Figo, que no sólo se bajó de un barco del que era capitán y en el que llevaba cinco años, sino que lo hizo para recalar en el Real Madrid. Florentino Pérez dio el golpe pagando los 60 millones de euros de su cláusula y llevándose al gran icono azulgrana a triunfar en el Santiago Bernabéu, algo que al portugués, a día de hoy, se le sigue reprochando.
Es evidente que la baja de Neymar no es comparable a la del luso, pero desde luego sólo los 222 millones que deja en caja han amortiguado un enfado provocado por el abandono y por las formas. Ni en el club, ni en el vestuario, ni en las gradas ha sentado bien que la nueva estrella del PSG alargara una decisión que parece llevar tiempo tomada, y que más que deportiva parece responder al dinero. A mucho dinero.
