Puede que visto desde fuera parezca un sinsentido afirmar que el Barça debe mejorar en defensa para darle la vuelta a la eliminatoria ante la Juventus de Turín tras el tres a cero de la ida, pero es una realidad como un templo. Y es que si bien en ataque, tal y como quedó demostrado ante la Real Sociedad, no hay ningún problema, la defensa sí que preocupa y mucho a Luis Enrique.

Haber encajado siete tantos en los últimos tres partidos no son datos positivos para los azulgranas. Que la Juve marque en el Camp Nou supondría tener que volver a tirar de heroica y anotar cinco goles, algo harto difícil de conseguir ante una defensa a la que sólo le han hecho dos tantos este curso en Champions League. Por ello, el sistema defensivo del equipo culé tendrá que ser el más contundente y atento de todo el curso.

Con Javier Mascherano tocado y sin saber si llegará hasta el martes, unido a un Mathieu que no se entrenó el domingo pero que quedó retratado en el Juventus Stadium, "Lucho" volverá a confiar en su 4-3-3 clásico pero con alguna variante. Esa podrá radicar en un Messi descaradamente situado en la mediapunta y con un Sergi Roberto de carrilero puro, subiendo arriba y abajo. Aquí la clave está en el buen momento de Ivan Rakitic, el hombre que más equilibrio le da a los suyos en esa zona y que tanto puede tapar huecos a la espalda del de Reus como puede aparecer como falso extremo.

El Barça-Sevilla es el ejemplo de partido perfecto

Por tanto, Jordi Alba, Gerard Piqué, Samuel Umtiti y Sergi Roberto tienen todos los números de salir de inicio frente a los italianos. Esa defensa indiscutible hace meses pero que, con el paso al 3-4-3, ha quedado en "stand by". Ahora, en este momento de la temporada y ante la necesidad de abrir un "melón defensivo" como el bianconero, la necesidad de dos laterales profundos hace que el de L'Hospitalet vuelva a ser tenido en cuenta tras su partidazo frente a la Real Sociedad.

Con ellos tratarán de repetir el mismo encuentro que disputaron frente al Sevilla FC el pasado cinco de abril. Un tres a cero perfecto, con una primera mitad de ensueño donde consiguieron todos los goles y un segundo tiempo en el que durmieron el duelo, guardaron energías y no encajaron tanto alguno. En esta ocasión, las energías estarán a flor de piel y depositadas sobre el verde durante los 90 minutos (si no hay prórroga).