Las anécdotas en torno a las transferencias de jugadores que pasan de un equipo a otro siempre son interesantes y, mucho más, cuando se trata de futbolistas que, de alguna u otra manera, inciden o incidieron en el entorno de los clubes con los que se le relaciona. Ese es el caso de Asier Villalibre, canterano del Athletic de Bilbao, quien fue uno de los ilustres personajes de la final de la Supercopa de España, el pasado domingo.

Nacido en el año 1997, en Gernika, se inició en las categorías inferiores del reciente campeón del certamen copero y aunque atravesó cesiones al Basconia, Numancia, Valladolid y Lorca, logró escalar hasta el primer equipo en 2019. Ahora, Villalibre está en boca de todos, gracias a que marcó el segundo gol de “Los Leones” en la final ante el Barcelona, provocó la falta que terminó en la primera expulsión de Lionel Messi como culé y celebró tocando su trompeta cuando finalizó el encuentro.

Pero Asier Villalibre pudo haber tenido un presente bastante distinto al que está viviendo, ya que, en su momento, sonó para reforzar al FC Barcelona B. Inclusive, fue una petición expresa del técnico Francisco García Pimienta, quien veía con urgencia la llegada de un delantero centro para que el segundo equipo del club azulgrana pudiera luchar seriamente por el ascenso.

El hecho ocurrió en el año 2019, cuando Villalibre venía de marcar 23 goles con el filial del Athletic y García Pimienta insistió continuamente en su fichaje. En ese entonces, el “Búfalo” no contaba con muchos minutos en el primer equipo, dada la cantidad de delanteros con los que contaba la plantilla, tales como Williams, Raúl García o Aduriz, pero tampoco veía con buenos ojos salir cedido nuevamente a un equipo de Segunda División, tras sus préstamos anteriores.

El desenlace del “no fichaje” de Villalibre

Francisco García Pimienta sabía que había escogido a su próximo delantero centro y pidió su fichaje expresamente. Sin embargo, Rafa Alkorta, director deportivo del Athletic de Bilbao, se interpuso entre el deseo del entrenador del filial catalán y Asier Villalibre, impidiendo la marcha del futbolista.

Finalmente, Villalibre se quedó en el Athletic y, aunque sus números no son un escándalo, puesto que ha marcado ocho goles en 48 partidos desde que ascendió al primer equipo, su actuación el pasado domingo fue de suma importancia para la obtención de la Supercopa de España, por parte de su club. En fin, otra de las historias de los fichajes que el Barcelona no pudo concretar y que terminaron perjudicando al cuadro culé.