Ernesto Valverde ha hecho bastante hincapié en la confección de la plantilla en las últimas ruedas de prensa. El 'Txingurri' dijo, tras la victoria en Vitoria, que "espero tener un equipo más competitivo el 31 de agosto". El mensaje, con tono educado, era muy claro. Y la directiva se tendrá que mover en esta última semana si no quiere ver al público del Camp Nou cabreado.

Y a raíz de las últimas informaciones sobre una más que posible cesión de Marlon Santos al Niza, nos preguntamos si el equipo quedaría un poco cojo en la defensa -en los centrales, sobre todo-. Si el brasileño se acaba marchando al equipo francés habría tan sólo cuatro zagueros.

Piqué y Umtiti -indiscutiblemente la pareja de centrales-, Mascherano y Vermaelen, que habría convencido a Ernesto Valverde pese a ser propenso a las lesiones. Un riesgo evidente, porque si se lesionan uno de los titulares, Mascherano no está al mejor nivel para medirse a rivales de entidad y Vermaelen genera muchas dudas.

Marlon está verde y una cesión a un equipo competitivo y a una liga físicamente exigente le vendrá bien para ganar confianza y seguir con su progresión. Pero la realidad es que el Barça tendrá una defensa que levanta lógicas suspicacias.

¿O Yerri Mina ya vendrá en enero?

Claro que todo este discurso cambia radicalmente si en el mercado de invierno llega a Barcelona el central Yerri Mina, un colombiano que estaría atado por la directiva azulgrana desde hace semanas. Potencia, físico y mucha proyección de futuro que reforzarían la defensa y zanjarían el debate, ya que llegaría para el tramo decisivo. Hasta entonces, a esperar… y a que nadie se lesione.