Si bien la llegada de Xavi Hernández al banquillo del FC Barcelona después de los malos resultados obtenidos por Ronald Koeman ha hecho renacer la ilusión del barcelonismo, los desafíos apenas comienzan: el egarense llega con la obligación de cambiar por completo la cara del equipo.

La falta de gol es uno de los principales males que aquejan al equipo azulgrana, específicamente la precisión de cara al arco rival que ha terminado pasando factura en los resultados y suponiendo la pérdida de puntos clave para mantenerse en la parte alta de la clasificación liguera.

Las cifras que Xavi debe cambiar

El Barça suele generar un buen número de acciones de ataque (63,58 por partido, por encima de la media de 46,53 del resto de equipos) y es uno de los mejores en la temporada en el apartado de regates, con 34,58 por partido, muy por encima de la media en LaLiga (22,83).

Los pases efectivos también eran un punto fuerte del equipo de Koeman, promediando hasta 585,83 por encuentro y superando la media de 380,31 de sus rivales. Los pases en el último tercio registran una tasa de 164,42, mientras que los pases decisivos alcanzan un promedio de 5,08.

No obstante, el Barcelona continúa encajando muchos goles, con una tasa de 1,25, mientras que los goles anotados registran un 1,58 producto de 29,8 acciones ofensivas. Los disparos a puerta marcan un 11,83 con los culés como cuartos en Liga, mientras que bajo los tres palos es de 4,67.

La defensa presenta un balance similar al resto de los equipos (48,05). La recuperación de balones de los azulgranas es de 48,17 por partido, mientras que el número de balones perdidos por compromiso es de 64, algo en lo que el de Tarrasa debe continuar trabajando arduamente.