La revolución en los servicios médicos se queda congelada

Joan Laporta quería revolucionar el apartado de los servicios médicos del FC Barcelona tras constatar una serie de desajustes e irregularidades que habían dejado muy tocada el área dirigida por Ramon Canal. Había sido detectada la necesidad de ejecutar una serie de cambios para optimizar un departamento que no hacía mucho era una referencia mundial.

Dicha decisión se había consensuado previamente con el vestuario del primer equipo del club azulgrana, que refrendaba la necesidad de introducir algunos cambios en los servicios médicos. En principio, la idea de Laporta era reducir notablemente la nómina de miembros del área médica en el primer equipo.

De los diez miembros integrantes pasar a ocho, con la consiguiente reducción en la masa salarial. Asimismo, se tenía pensado reubicar algunos profesionales en otros departamentos y hasta 'fichar' a algún elemento de fuera con el fin de dar un salto de calidad en el servicio.

Sin embargo, aunque la decisión había sido tomada y las formas habían sido establecidas, los planes han quedado a medias. De hecho, según ha podido saber el diario AS, solo el médico Dani Florit salta del primer equipo para incorporarse al exitoso equipo femenino de fútbol. El resto de cambios previstos, que afectaban a dos fisioterapeutas, se han quedado en 'stand by'.

Sorprende el caso del jefe del equipo de fisios, Juanjo Brau. Según informó el diario Ara, la actual directiva del club azulgrana le habría ‘hecho la cruz’ al considerar que su trabajo al frente de los fisioterapeutas había sido muy deficitario. Tan es así que Canal se había desplazado a principios de junio a Sevilla, por órdenes expresas de la junta de Laporta, para contactar con el jefe de fisios del Real Betis, David Álvarez, con el fin de que se hiciera cargo de dirigir esta área en el Barça.

Álgida situación

Aunque la incorporación no llegó a suceder, Brau ha quedado muy tocado dentro del seno del primer equipo -algunos jugadores refrendaron su sustitución-, por lo que su continuidad no está plenamente asegurada. El primer paso lo realizó él mismo, aceptando una sustancial rebaja salarial, uno de los más altos entre los empleados del primer equipo.