La Superliga nació, murió y renació, aunque ese segundo nacimiento parece haber llegado tras una reflexión y catarsis profunda luego de lo que sucedió con aquel madrugonazo que lanzaron varios equipos para sorprender al fútbol. La queja de los fanáticos y varios directivos fue estruendosa, aunque poco argumentada.

Los débiles motivos que esgrimieron cada uno de los opositores a este proyecto facilitaron que el borrador tomara una forma casi irreversible e irrevocable, además de la ayuda que viene prestando la UEFA y equipos como el PSG con el paso del tiempo y su “abuso” en contra de todos los demás equipos en el continente.

En lo absoluto será una tarea fácil, pero ya se intuye la posibilidad de una Superliga abierta propuesta por Laporta, que en sus conocimientos legales puede haber dado un impulso al documento que se presentará en el segundo intento para convencer a aquellos que siguen en los puntos del “secuestro” y “exclusividad”.

En cuanto al dinero, que se presumía serían “migajas” para los que no estén involucrados, ya la UEFA dio su gran golpe al presentar unos premios muy bajos para los participantes de la Champions, sin contar que serán menores a partir de la temporada 2024 con la ampliación de la competición.

A pesar de que habrá más equipos en el torneo también se sabe que su nivel está lejano de equipos como el Bayern o Manchester City, que seguro llenarán los estadios del visitante pero en su propio feudo no podrá prometer un gran espectáculo además de enfrentarse a campos en pésimas condiciones.

Nuevo giro

Ante los enfrentamientos legales que ha tenido la Superliga, se filtró un posible documento que han replicado varios medios de comunicación en el que se exponen varios puntos para contrarrestar las acusaciones. El documento cita estos puntos:

1.- La Superliga no es una propuesta que vaya a romper el orden establecido ni a abandonar las ligas domésticas.
2.- Eliminan el concepto de "miembros permanentes".
3.- La Superliga es el reconocimiento de un sistema que está roto.
4.- Los roles de UEFA crean conflictos estructurales.
5.- Lazos cercanos con ciertos dueños de clubes de estados que no son miembros.
6.- Falta de partidos de alto nivel.
7.- Control financiero inadecuado.
8.- Falta de transparencia en la contabilidad y temas solidarios.
9.- La Unión Europea está perdiendo el control sobre el fútbol