La UEFA ha realizado una apuesta arriesgada con el paso hacia una posible sanción contundente al Real Madrid, FC Barcelona y Juventus por no renunciar a la Superliga. Aleksander Ceferin quiere imponerse y marcar territorio pero con un movimiento que no es exento de peligro. Desde el organismo se busca un marco sancionador, pero saben bien que el caso podría tener consecuencias si lo llevan al extremo y el Tribunal de Justicia Europeo asume que puede existir monopolio por parte del máximo organismo del fútbol continental. Por ahora, asume el riesgo.

Algunas voces autorizadas en asuntos legales del fútbol se refieren a una disputa que debe terminar en acuerdo. No hay otra salida, pero Ceferin sabe que ese posible entendimiento parte por una renuncia que los clubes implicados no contemplan. Los dirigentes de dichas instituciones saben que el modelo que proponen debe cambiar, y la Superliga debe adaptarse a la mentalidad europea del fútbol y huir de una Liga ‘cerrada’. Lo han asumido y ahora mismo es uno de sus objetivos.

La reforma de la Champions League que está prevista para 2024 no convence a quienes hoy conforman la Superliga, y ese es el argumento del que van a valerse para modificarlo lo hablado hasta el momento. Sin embargo, el problema que vislumbran con el diálogo que Gianni Infantino, presidente de la FIFA, propuso el pasado viernes podría ser imposible con Ceferin y la dura amenaza de una sanción que podría desembocar en la exclusión de la competición.

Tiempos justos

La UEFA finalmente dio forma en la tarde del martes a lo iniciado dos semanas atrás, es decir, a la apertura de un expediente sancionador. A partir de entonces se abren los plazos que todo procedimiento legal lleva consigo por la vía deportiva, lo que llevaría a tiempos muy justos para una posible sanción de cara a la próxima temporada.

El primer paso sería que los equipos implicados manden sus alegaciones al expediente abierto, tras las cuales llegará una primera sanción del Comité de Disciplina de la UEFA, a lo que continuará con nuevas alegaciones y paso por el Comité de Apelación. Este será un proceso extenso pese al carácter de urgencia al que está sometiendo la UEFA al asunto.

El TAS

Los clubes podrían acudir al TAS y solicitar medidas cautelares, lo que desembocarían a una paralización o retraso en la decisión del caso. Asimismo, ajeno al derecho deportivo, la Superliga acudió al Tribunal de lo Mercantil de Madrid que, a su vez, llevó el caso al Tribunal de Justicia Europeo. Primero decretó medidas cautelares impidiendo cualquier sanción a los clubes afectados, para después elevar el caso al citado tribunal preguntando por la situación de posible monopolio.