Las tres claves para la deseada reacción del FC Barcelona

El FC Barcelona ha arrancado la temporada de forma irregular, y en los últimos partidos ha encallado en un bache de juego y resultados. Los catalanes frenaron una racha de siete compromisos consecutivos ganando con una derrota en LaLiga y un empate en la Champions, y pretenden recuperar las buenas sensaciones para regresar a la senda de las victorias y tomar confianza en la lucha por los títulos.

El primer paso para su reacción es un obligado triunfo contra el Celta de Vigo, que visita el Camp Nou este mismo sábado. Con un parón internacional a la vuelta de la esquina, es urgente volver a sumar tres puntos que certifiquen que se puede pensar en una mejoría todavía observando al resto de rivales desde el liderato de las dos competiciones en disputa. Si vuelve a haber 'pinchazo', las dos semanas de selecciones se van a hacer muy largas.

El calendario no da tregua y exigirá en la vuelta al trabajo la mejor versión de los culés, precisamente esa que se intenta encontrar. Aunque a día de hoy es colista, el Leganés puede suponer una amenaza en Butarque, antes de un auténtico examen de nivel ante Borussia Dortmund (en casa) y Atlético de Madrid (en el Wanda Metropolitano) pocos días antes de recibir al Mallorca y visitar al Inter de Milán en el Giuseppe Meazza.

La responsabilidad es compartida entre Ernesto Valverde y su tropa, y toca analizar la situación y dar el máximo para enderezar el rumbo. Varios 'pesos pesados' han admitido el mal momento, han hecho autocrítica y han confirmado que el vestuario se emplea a fondo para levantar la cabeza y echar a andar, pero en el fútbol ya se sabe que, más que las palabras, valen los hechos una vez que el balón empieza a rodar.

Las claves de la reacción del Barça

Afinar la delantera

La importancia del tridente del Barça es tradicionalmente ha sido muy difícil de contener, pero ahora se muestra 'cojo' con demasiada frecuencia. A Leo Messi le costó aparcar las lesiones pero ya está en plena forma y dispuesto a tirar del carro, algo que no puede hacer si Luis Suárez, que tampoco logra estar al 100%, es el único que le apoya. Además de los canteranos, como Ansu Fati y Carles Pérez, en fase de adaptación y crecimiento, estrellas con más experiencia deben dar un paso adelante, y eso apunta a dos campeones del mundo.

Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé deben esforzarse para encajar su talento, que toda la afición sabe que poseen pero que hasta ahora sólo se ha visto a cuentagotas. El de Macon tiene que encontrar un sitio que está más cerca del área que de la banda, y ayudar al técnico a integrarle en una alineación llena de estrellas. Debe implicarse en el juego y asumir galones, igual que su compatriota, obligado a aparcar polémicas y demostrar su profesionalidad con ese carácter que tiene tan escondido.

Meter una marcha más a la posesión

Los azulgrana han bajado el ritmo peligrosamente, y sin velocidad se vuelven previsibles. De nada sirve tener a dos ilusionantes 'peloteros' como Arthur y Frenkie de Jong si el juego es plano, horizontal y los pases apuntan constantemente a los centrales. Toca afilarse, acelerar y combinar más rápido, recuperando el primer toque y la verticalidad que tanto se echa en falta. Este es un concepto que requiere estar bien física y mentalmente, con una tranquilidad que la plantilla hace meses que añora.

Ordenar y estructurar la presión

La preparación física es fundamental para que el equipo vuelva a funcionar como toca, y se aleje de un desorden que le está costando caro. No sólo hay que correr para ganar, sino hacerlo con sentido, y eso está faltando en unos partidos que se han solucionado con chispazos de calidad o que han quedado enterrados entre errores e imprecisiones. Únicamente si se trabaja la puesta a punto, si las lesiones empiezan a respetar y si el compromiso se extiende al colectivo, el Barça recuperará un dominio que necesita con balón y que debe aplicar también sin él, con una ferocidad que hace demasiado que perdió.