Algunos agoreros ya crucificaban a Luis Enrique tras caer por un tanto a dos ante el Deportivo Alavés en un encuentro que, tal y como se vio, fue más un accidente que el cúmulo de algunas decisiones desacertadas. Los jugadores azulgranas venía de jugar con sus selecciones y de ser titulares con todas ellas, aumentando el cansancio lo que dio lugar a unas rotaciones necesarias. Y en el Barça dar descanso a Messi y a Suárez a la vez a veces se paga.

Sin embargo, y con la palabra crisis rondando las cabezas y los titulares de algunos diarios y medios, el equipo ha respondido con dos goleadas consecutivas. O lo que es lo mismo, con una docena de goles que han acallado ya a esos críticos y que. incluso, los han vuelto a ganar para su bando. Pero no hay que evitar hacer mención a que esto ha sido gracias de gran manera a la mejor delantera del mundo.

Pues esos doce goles llegaron todos ellos, a excepción del trallazo inapelable de Rafinha, de las botas de la "MSN". Ya sea porque dieron el pase de gol o porque lo anotaron, o por ambas cosas, pero Leo Messi, Luis Suárez o Neymar Júnior estuvieron detrás de once de esos doce. Algo tremendo y que deja clara la efectividad e incidencia que tienen los tres cracks.

Doce goles que se dividen en siete, obtenidos en el Camp Nou frente al Celtic de Glasgow, y cinco, los conseguidos contra el Leganés este sábado al mediodía. Doce tantos que llegan como el mejor antídoto para el veneno de esos agoreros que siempre revolotean sobre Can Barça. Este equipo está en forma, tiene ganas y empieza a coger carrerilla.