A pesar de que todo indica que no habrá problemas para completar el once en el Georgios Karaiskakis, el FC Barcelona ya ha recibido un aviso sobre una de las debilidades de su plantilla. Ernesto Valverde lleva insistiendo desde su llegada en que quiere reforzarse con algún central más, y está sufriendo la primera muestra de que en la temporada puede haber imprevistos.

Samuel Umtiti será el único de los zagueros que viaje en plenas condiciones a Grecia para la cuarta jornada de Champions frente a Olympiacos. El francés vive un momento dulce y está siendo de los mejores jornada tras jornada, pero con su sola presencia podría no bastar a lo largo de un curso con un calendario muy cargado y en el que podría también protagonizar alguna ausencia.

El inconveniente para el Txingurri se ha producido por una suma de factores que aunque no es habitual, si entra dentro de lo posible. Con Gerard Piqué sancionado tras ver la roja en el anterior encuentro contra los helenos, Thomas Vermaelen y Javier Mascherano sí estarán después de haberse perdido el duelo contra el Athletic por diversos problemas físicos, pero aunque en principio están recuperados, podrían ver afectado su rendimiento.

De hecho, el argentino viaja a Grecia sin el alta médica, con un proceso febril que le marcará como duda hasta horas antes del duelo. Además, el belga se quedó fuera de la lista para San Mamés por unas molestias en su cadera, y con un historial de lesiones como el suyo no es conveniente forzar más de lo necesario.

¿Soluciones invernales?

Este escenario no hace más que colocar un argumento más en el debate sobre si el FC Barcelona debe reforzarse en enero, en el que hay varios candidatos a incorporarse a la hoy por hoy frágil defensa azulgrana. La escuadra culé tiene la intención de alcanzar varios trofeos en esta campaña, y si quiere estar en plenas condiciones deberá gestionar bien sus esfuerzos pero también las ausencias en los partidos claves. Primer aviso.