El vestuario del Barça, hundido: "Ya no nos respetan"

El FC Barcelona confirmó en Granada lo que llevaba mucho tiempo evidenciando: una crisis deportiva importante agravada por el mal papel del equipo en los partidos fuera de casa. Solamente Ansu Fati, que volvió a ser el mejor a sus 16 años, Leo Messi, a medio gas tras no hacer pretemporada y salir de lesión, y Frenkie de Jong, que no se escondió, se salvaron de la quema general. 

Lo peor de todo es la baja moral que tiene el vestuario ahora mismo y esa sensación de que ahora cualquier equipo, se trate de un campeón de la Champions League como el Liverpool o de un recién ascendido como el Granada, encuentera la manera de hacerle daño al FC Barcleona, especialmente ne los duelo s domicilio, lejos dle Camp Nou y en ambientes contrarios.

Según las informaciones publicadas por el diario As, se escucharon frases muy preocupantes de boca de algunos de los 'pesos pesados' de la plantilla azulgrana. “Hemos jugado peor que en Anfield”, se pudo oir desde dentro en referencia al duelo de Champions contra el Liverpool, dicho por uno de los jugadores clave del equipo, aunque el diario no desveló cuál. 

Todavía en el vestuario visitante del estadio de Los Cármenes, también se escuchó decir que “ya no nos respetan”, en referencia a las facilidades que encuentran los rivales para hacer daño a los culés. Ya durante el vuelo de regreso a Barcelona, otras voces apuntaban que “nos hemos convertido en un equipo que juega sin alma”, algo evidente por la falta de intensidad mostrada contra el Granada.

Una situación desoladora

El FC Barcelona está en una racha muy negativa de juego y resultados y lo peor de todo es que las próximas semanas serán cruciales para la resolución de toda la temporada. Ya no solamente por los puntos que pueden perderse en la lucha por repetir título de Liga, sino también porque los culés se juegan el pase a octavos de final en la fase de grupos de la Champions League.

No nos hemos de tomar a broma que el conjunto de Ernesto Valverde quedó encuadrado en el apodado 'grupo de la muerte' junto con potentes equipos como el Borussia Dortmund o el Inter de Milán o el sorprendente Slavia de Praga, que arrancó un empate en su duelo contra los italianos. Quedan cinco partidos y apenas hay margen de error para los culés.