El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, fue trasladado desde la sede federativa de Las Rozas (Madrid) a los calabozos de la Guardia Civil anoche tras finalizar el registro de doce horas y media enmarcado en la 'Operación Soule' de la Audiencia Nacional.

Esta operación anticorrupción comenzó a las 8:30 horas del martes 18 de julio, cuando miembros de la Unidad de Control Operativo (UCO) acudieron al domicilio de Villar, dónde permanecieron seis horas recabando información. Supuso un completo terremoto en el fútbol español, obligando a paralizar el sorteo del calendario 2017-2018 -aunque hay voces discrepantes-. 

Tras ese registro, Villar fue conducido en un coche patrulla de la Guardia Civil a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, a la que llegó a las 15:03 y de la que salió doce horas y media después, a las 3:35 del miércoles 19. A lo largo de todo ese tiempo, representantes de la UCO registraron la RFEF mientras efectivos de la Guardia Civil custodiaban la entrada del edificio principal.

Durante gran parte del registro estuvo también en el interior de las instalaciones el exadministrador de la RFEF Jose María Castillón, que fue despedido a principios de abril después de que Villar prestara declaración en un juzgado de Majadahonda (Madrid) dentro de la investigación iniciada por el posible mal uso de una subvención del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Gaspart puede relevarle

En las próximas horas o días podría anunciarse el organigrama temporal con el que se sostendrá el organismo hasta que se aclare el proceso y se decidan los pasos a seguir. Uno de las soluciones provisionales hace referencia a la ocupación del cargo de presidente, para el que ya han sonado los nombres de Vicente Muñoz Castelló o el ex presidente del Barça Joan Gaspart.