Es evidente que los años pesan, es ley de vida, y en el deporte también se nota. Javier Mascherano ha notado esta temporada algunos bajones físicos que se han traducido en errores o menos excelencia en su toma decisiones -ir al corte, salida de balón...-. Aún y así, ha sido fundamental para Luis Enrique.

El peso que tiene el central argentino en el vestuario culé es incalculable. No es capitán oficial, pero evidentemente sí lo es a nivel oficioso. Su innato liderazgo le permite ser una voz autorizada en la plantilla. Su experiencia y años en el club, también.

A nivel deportivo, Mascherano ha sido el 12º jugador más utilizado por Lucho, marcando además su primer gol con el equipo azulgrana, de penalti en el Camp Nou. 

Es evidente, pues, que todavía puede rendir en un equipo tan exigente como el Barça. Quizás no como titular, porque la pareja Piqué-Umtiti parece inamovible, pero sí como un defensa suplente de lujo, que además puede jugar en varias posiciones.

Messi le quiere en el vestuario

Es evidente que la amistad de Messi con Mascherano es absoluta. En la celebración de la Copa del Rey vimos un nuevo ejemplo en el césped del Calderón. 

Leo Messi quiso hacerle compañía y dejó de lado los festejos para animar a su compañero en el Barça y en la selección de Argentina, que seguro que agradeció el gesto de su amigo. La mayoría daban la vuelta al campo y celebraban el título con sus familiares sobre el césped, pero Leo Messi quiso compartir unos minutos con quien ha sido desde siempre uno de sus grandes apoyos.