Ansu Fati volvió a ser suplente con el FC Barcelona y además se tuvo que conformar con entrar al terreno de juego cuando ya estaba próximo a cumplirse el minuto 90 de partido. Su participación en el Clásico fue testimonial, y prácticamente no tuvo tiempo de entrar en contacto con el balón. Antes, Xavi Hernández prefirió dar entrada a Ferran Torres por un titularísimo Raphinha, lo que refleja la dura realidad en la que se encuentra el extremo de 20 años.

De hecho, tras la salida de Memphis Depay al Atlético de Madrid en el pasado mercado de invierno el '10' azulgrana es ahora mismo la última opción en las rotaciones del Barça en la línea de ataque. Cada vez parece más claro lo lejos que está de aquel atacante desequilibrante que marcaba diferencias con apenas 17 años cuando llegó a la élite del fútbol mundial.

El Barça no ha podido recuperar a su gran 'joya'

Con la temporada entrando en sus últimos dos meses, y con menos de 15 partidos por delante para los culés, el extremo ha sido titular en 11 de 38 partidos disputados esta temporada, aportando 6 goles y 3 asistencias en todas las competiciones donde ha participado. Todo eso no ha hecho sino sentenciar su posible cambio de aires, aunque en el Camp Nou insistían que aquella decisión correría únicamente por parte del jugador. 

Sin embargo, los meses siguen pasando y podrían enfrentarse a tener que seguir pagando una de las fichas más importantes de la plantilla sin tener un rendimiento óptimo dentro del campo y viendo además como su cotización de mercado sigue bajando. Ya de los 80 millones ha caído a los 50 'kilos' en un par de años, por lo que una venta por una cifra cercana a esa sería una gran noticia para el verano.

Todos parecen estar de acuerdo

Jorge Mendes, representante de Ansu , ya ha comunicado al Barça su preocupación por la situación del futbolista. Ante esto Joan Laporta dio al empresario la luz verde para que pueda encontrar una posible operación que beneficie a todas las partes -seguramente en la Premier, aunque probablemente se encuentre con trabas de parte de algún club que no confíe plenamente en hacer una inversión importante por un jugador que ya no es titular en el Barça y también ha salido, por ahora, de los planes de España.