El FC Barcelona se enfrenta este verano no sólo a una importante planificación de fichajes, sino a una reestructuración que pretende remediar algunos de los problemas que se han repetido en los últimos años. La inestabilidad de la Masia deber ser corregida de inmediato, y algunas de las medidas podrían afectar también al primer equipo.

En concreto, el posible retorno de Thiago Alcántara ha resucitado un debate que podría cambiar el rumbo el club, que habría planteado la posibilidad de no volver a fichar a jugadores que se han marchado. Está claro que esto no es una imposición que deba considerarse invariable, pero aquellos que se fugan por dinero, o por causas que se consideren poco justificables, tendrán las puertas cerradas.

Esta es una norma que respondería a las constantes salidas de las categorías inferiores, y que pretende dar relevancia a una decisión que algunos se toman demasiado a la ligera. El fútbol da muchas vueltas y todos saben que pueden acabar de vuelta al Camp Nou, algo que a partir de ahora no estará tan claro. El camino deben seguirlo juntos, porque salir abonando una ridiculez y volver costando una millonada es una posibilidad que se ha repetido en demasiadas ocasiones. La cantera debe ser fiel y comprometida.

La prueba más clara de que este hecho se había convertido en una costumbre es una frase que Seung-woo Lee pronunció el día de su marcha y el día de su llegada al Hellas Verona: "Ojalá algún día pueda volver a jugar en el Barcelona". Su caso tiene ciertas particularidades y no es el único que se ha juzgado, pero pone de manifiesto que todos los que se van quiere tener la puerta abierta. 

El Barça guarda una excepción para sus 'fugados'

Como está claro que el fútbol no es matemático y que siempre hay excepciones, en el club han abierto un resquicio para posibles traspasos de vuelta al Camp Nou. Si el futbolista interesa y está dispuesto a demostrar su compromiso, debería llegar gratis o a un precio más asequible, algo que dejaría claro que el negocio no ha sido malo para los azulgrana.

En su día, estrellas como Gerard Piqué abandonaron el Barça, aunque nadie duda que los 5 millones de euros invertidos en repescarle fueron una inversión de lo más rentable. El barcelonés se ha convertido en uno de los mejores centrales del mundo, pero es una excepción que habrá que comprobar si se repetirá en el futuro. La reacción está por llegar.