Tiene varios frentes abiertos en el mercado de fichajes, pero en el capítulo de incorporaciones el FC Barcelona debe perfilar su interés por Arthur, decidiendo si finalmente el centrocampista es una apuesta definitiva o queda pospuesta hasta, como mínimo, el próximo verano. Lo que si tienen claro los azulgrana, es que su llegada no sería a cualquier precio.

Porque los 50 millones de euros que hoy por hoy pide el Gremio por el futbolista no se contemplan en el Camp Nou como un acuerdo viable, para empezar por unos 21 años que indican que, pese a sus prometedoras perspectivas, todavía es un proyecto por confirmar. Aunque ha sido pieza clave en el equipo campeón de la Libertadores, el de Goiania debería afrontar un exigente salto a Europa y a uno de los mejores clubes del mundo, un desafío que no todos están preparados para asumir.

Con el conjunto tricolor como propietario del 80% de sus derechos, el resto pertenecen a un empresario afín (10%) y al propio Arthur (10%), algo que simplificaría en gran medida las negociaciones. Sin embargo, por el momento la postura es firme, la cláusula es la única respuesta a cualquier pregunta por su fichaje. 

El precedente del City

A pesar de la inflación que actualmente domina el mercado, el Barça se ha impuesto un camino que viene marcado por la llegada de Gabriel Jesús al Manchester City. El delantero, que precisamente se escapó de las redes de los catalanes, acabó viajando al Etihad previo pago de 32 millones de euros, una cifra más cercana a la que estarían dispuestos a pagar los azulgrana.

Todavía pensando en Philippe Coutinho como prioridad para la ventana invernal, la escuadra culé mantiene a bajo ritmo las negociaciones por Arthur, tras un primer contacto que ha sido positivo con el jugador y a la espera de realizar una ofensiva definitiva con el Gremio.