Después de algunos años de capa caída, el Inter de Milán ha levantado la cabeza en la Serie A, y pretende continuar su ascenso con un importante retorno a la Champions. Aunque ahora pasa por un bache, su temporada está siendo bastante buena, y esto ha provocado que los grandes de Europa se interesen por algunos de sus futbolistas. Frente a la amenaza de FC Barcelona y Real Madrid, los 'nerazzurri' ya se están moviendo.

Uno de los casos preocupantes, el de la delantera, ya parece estar solucionado, puesto que para evitar contratiempos si Florentino Pérez apuesta por Mauro Icardi, los italianos se han hecho con los servicios de Lautaro Martínez, uno de los arietes más prometedores del fútbol argentino, hasta el punto de que el propio Jorge Sampaoli le observa con detalle por si considera necesario incluirle en la lista para el Mundial de Rusia.

Otro de los asuntos hace referencia a la defensa, en la que su camino se habría cruzado con el del Barça. Los catalanes están pendientes de la situación del joven Milan Skriniar, un central de 22 años que tiene enamorado a medio continente. La puja empezará en verano, y aunque los azulgrana tienen algunos candidatos más, no perderán de vista al eslovaco.

Precisamente, el sustituto elegido por el Inter también es un conocido de la secretaría técnica culé, ya que se trata ni más ni menos que de Stefan de Vrij, uno de los zagueros que se han controlado en los últimos meses. Su buen rendimiento en la Lazio y el hecho de que ya sea una pieza clave en la Serie A ha convencido a los milaneses, que podrían dar el paso en las próximas semanas.

¿Doble interés?

Aunque está por ver cuáles son los planes definitivos de todas las partes, el Barça también podría estar interesado en que los italianos hagan caja el próximo verano. El Inter podría obtener una recaudación que rozaría los 200 millones de euros si vende a Icardi y a Skriniar, lo que aseguraría unos ingresos suficientes para olvidar sus problemas con el 'Fair Play Financiero' y permitiría apostar por Rafinha. De momento, el brasileño debe convencer a Luciano Spalletti de que merece un sitio importante en el equipo.