Como parte de su 'operación salida' una de las carpetas de los asuntos pendientes del Real Madrid lleva el nombre de Takefusa Kubo. Finalmente, el club ha encontrado una solución para el caso del centrocampista, que ahora se sumará a las filas de la Real Sociedad, equipo al que estará vinculado hasta el verano de 2027, aunque con una fórmula que no le aleja del todo de la capital española.

En concreto, ambos clubes han acordado dividirse los derechos sobre el futbolista, conservando cada uno un 50 % de ellos, por lo que los blancos tendrían la posibilidad de traerle de vuelta o de percibir la mitad de los ingresos producto de un eventual traspaso. Esta ha sido la solución a una serie de conversaciones en las que las posturas se mantuvieron distantes.

Por un lado, la directiva del Real Madrid prefería acordar una cesión, una opción que no gustaba mucho a sus homólogos en el equipo vasco. De esta manera, accedieron a alcanzar un punto medio al dividirse los derechos por un monto que aún no se ha dado a conocer, pero que estaría muy cerca de los 10 millones de euros, de acuerdo con la información de 'Marca'.

El retraso en la 'operación Kubo'

Asimismo, un contratiempo con la salud del japonés, quien ha presentado fiebre, estaría postergando la firma del acuerdo. Tanto el Madrid como la Real se han mostrado satisfechos por esta alternativa a la cesión o el traspaso definitivo. Kubo también ha manifestado su satisfacción ante la posibilidad de ver más minutos de juego durante la próxima temporada.

De hecho, según 'Noticias de Gipuzkoa', el nipón no quiso sumarse a la expedición madridista que se dirigirá a Estados Unidos para la gira de amistosos como parte de su pretemporada. Su intención es incorporarse cuanto antes a su nuevo club y ponerse a las órdenes de Imanol Alguacil. Kubo también se convertirá en el primer japonés que milita en la Real Sociedad.