Desde la llegada de Pep Guardiola al Manchester City, el equipo inglés ha cambiado pro completo su filosofía de fútbol. Lejos del típico juego directo en la Premier League, el técnico catalán ha querido adaptar su metodología del estilo de posición y posesión que ya empleó en el Bayern de Múnich y en el FC Barcelona y que le hizo triunfar en ambos conjuntos.

Dadas las circunstancias de este modelo 'cruyffista', es normal que pueda haber deseos cruzados entre el Manchester City y el FC Barcelona en el mercado de fichajes. El inicio de 2020 ha traído lo que podría ser una intensa guerra por hacerse con Iván Morante, un joven centrocampista de 19 años que ha empezado a destacar en las categorías inferiores del Villarreal.

La particularidad de este centrocampista, además de su gran talento y de su proyección de futuro, es que termina contrato el próximo mes de junio y desde este mismo mes de enero es libre de negociar su marcha con cualquier club de forma legítima. Es decir, se trata de un prometedor futbolista de 19 años de gran potencial que podría llegar gratis.

Según las informaciones publicadas por el diario Sport, tanto FC Barcelona como Manchester City están muy interesados en sumar a su proyecto a este futbolista. Se trata de un centrocampista versátil, que puede jugar tanto de mediocentro por delante de la defensa como en posiciones más adelantadas como, por ejemplo, la de interior. De hecho, ya se le compara con Bruno, jugador del primer equipo.

Sumar jóvenes, una fórmula de moda

El FC Barcelona se está pioniendo las pilas para reforzar las categorías inferiores con futbolistas de calidad. De hecho, este mismo mes de enero, además del fichaje del propio Iván Morante, podría cerrarse también el del defensa Santiago Ramos Mingo, procedente de Boca Juniors. Dos refuerzos de lujo para una cantera que debe seguir siendo inagotable.

Hasta el momento, el Real Madrid parece ser el equipo que mejor se está moviendo para reforzar su proyecto con jóvenes futbolistas. En los últimos años, se han cerrado fichajes como los de Rodrygo Goes, Vinícius, Takefusa Kubo, Ödegard o Reinier, que apuntan a estrellas mundiales pese a que ninguno de ellos supera los 20 años de edad. Al Barça, pues, le toca despertar en este aspecto.