El FC Barcelona no tenía pensado inicialmente desprenderse de André Gomes este verano, pero el curso de los acontecimientos podría llevar al club finalmente a asumir dicha posibilidad en el caso de que ello sirva para abaratar el fichaje de Philippe Coutinho, la contratación inminente que prepara el conjunto azulgrana para reforzar el centro del campo en los próximos días.

La llegada de Coutinho lleva fraguándose desde hace semanas, y en Liverpool gustaría especialmente el talento de André Gomes como moneda de cambio para abaratar la operación y, además, asegurar al conjunto 'red' la incorporación de un centrocampista prometedor para relevar la ausencia de la gran estrella del equipo, Coutinho, que tiene 'ADN' Barça.

El Liverpool ya rechazó una primera oferta de 70 millones de euros más 10 más en variables, y el FC Barcelona presentó una segunda propuesta que también habría sido rechazada. Ahora ya se habla de más de 100 millones por el futbolista brasileño, que podrían ser bastantes menos si André Gomes entra en la operación y hace las maletas rumbo a la Premier League.

Ernesto Valverde contaba inicialmente con el portugués para esta próxima temporada, pero tiene asumido que con la llegada de Coutinho probablemente no habría tenido muchas oportunidades de alinear en el once titular al luso con la acumulación de talento que esconde el conjunto azulgrana esta próxima campaña en la medular, contando también el regreso a la sala de máquinas de Sergi Roberto.

El Barça está apretando por Coutinho

El FC Barcelona ya se encuentra en la recta final de las negociaciones con el Liverpool por Philippe Coutinho, quien por su parte está deseoso de regresar a una Ciudad Condal que ya conoce de su etapa en el Espanyol.

En cuanto a André Gomes, no puede decirse que la mayoría de la afición azulgrana vaya a echarle de menos si se marcha al Liverpool. El centrocampista portugués cuajó una mala temporada 2016-17 y, pese a que se intuyen sus potencialidades, el hecho de que no explotara con todos los minutos que le cedió Luis Enrique enervó a un buen sector del barcelonismo. No se pondrán pegas a su marcha.