La inesperada marcha de Zinedine Zidane del Santiago Bernabéu ha dejado conmocionado al Real Madrid, pero además de la pena lógica tras la pérdida de un líder en el vestuario, podría traer también complicaciones a la planificación del conjunto blanco. Se esperaban refuerzos importantes este verano, pero habrían quedado congelados hasta que haya nuevo entrenador.

Florentino Pérez ha acelerado la búsqueda de un nuevo inquilino para el banquillo, pero el problema es que los que más gustan están especialmente 'blindados'. Joachim Löw ya ha confirmado un 'no, gracias' y existe algo más de optimismo con Mauricio Pochettino, que se ha dejado querer pero ha advertido que el Tottenham será un hueso duro de roer. Las dificultades están sobre la mesa.

Lo que ha surgido ahora son dos escenarios posibles para continuar con la reforma prevista para hacer una plantilla más competitiva. O bien el presidente se encarga de formar un equipo a su gusto o espera a conocer los del nuevo técnico, con la demora que esto conllevará en una ventana estival con muchos grandes a la caza de refuerzos. Los cracks están muy caros, y trabajar bien es tan importante como hacerlo deprisa. 

En este sentido, el primer contratiempo habría llegado con la compra de Álvaro Odriozola, al que muchos señalaban como primera incorporación de los 'merengues'Aunque habría un acuerdo con el futbolista y la intención era pagar los 40 millones de euros de su cláusula, ahora todas las negociaciones están frenadas, lo que ha provocado que esté a merced del resto de sus pretendientes.

La portería del Real Madrid, también bloqueada

Donde también hay un aplazamiento que ha provocado Zinedine Zidane es en la portería, que el marsellés no quería tocar pero Florentino sí. El dirigente pretendía colocar a un 'galáctico' bajo palos, aunque el galo era más partidario de mantenerse con Keylor Navas y su hijo Luca en la recámara, habiendo incluso bloqueado alguna llegada en enero.

Ahora, un objetivo como Thibaut Courtois está al alcance porque el Chelsea le ha puesto a la venta, aunque de nuevo, la vacante en la dirección lo convierte en una oportunidad en espera. Al Santiago Bernabéu han llegado las urgencias, porque si no se ata pronto al míster, los jugadores podrían complicarse demasiado.