Todo está a punto para que Claudio Bravo abandone el FC Barcelona rumbo al Manchester City a finales de esta semana o a principios de la siguiente. Sin embargo, dentro del equipo azulgrana existe un pequeño "lobby" que encabeza el entrenador Luis Enrique que se resiste a dejar marchar al guardameta chileno. Tal y como revela este jueves el diario "Sport", al técnicos asturiano y a compañeros afines a él no le gusta nada la idea de la salida del Claudio.

Y una de las razones que esgrimen, además de las cualidad obvias del cancerbero, son las opciones que el conjunto azulgrana tiene a su disposición. Al técnico de Gijón no parece acabar de gustarle ninguna de ellas. La secretaría técnica le puso sobre la mesa cuatro opciones de las que dos ya han sido descartadas y las otras restantes no acaban de ser, a su juicio, mejores que Bravo.

Según esta información, "Lucho" habría descartado la incorporación de Pepe Reina y tampoco acaba de ver con buenos ojos la contratación del valencianista Diego Alves, el guardameta que podría haber puesto el Valencia como casi obligación para la venta de Paco Alcácer. Sin embargo, los dos metas que pasaron la primera criba han Areola del Paris Saint-Germain y Cillessen del Ajax de Amsterdam.

Luis Enrique fue el que le pidió a Zubizarreta el fichaje de Bravo a su llegada a la entidad azulgrana y le considera un valuarte tanto dentro como fuera del campo. El míster valora mucho su importancia en el vestuario por su buena relación con los pesos pesados del equipo, su actitud y también sus cualidades de gran guardameta. Sin embargo, la tensión en la portería y la petición expresa del portero para salir han hecho que, a regañadientes, Luis tenga que dar su consentimiento a su salida. Pero eso no evitará que trate de convencerle hasta el último momento.