Romelu Lukaku detonó el mercado recientemente al asegurar que se iría del Chelsea, aunque no dejó espacios a los candidatos porque de primera intención afirmó que quiere volver al Inter. Si bien comenzó diciendo que quería volver antes de sus años finales, invitó a Lautaro a quedarse porque el regreso era pronto.

Ante la situación Tuchel apareció para darle un golpe a la mesa indicando que eso solo “genera ruido innecesario”, cortando de forma tajante el tema cuando dejó fuera de la convocatoria al belga sin fecha de vencimiento. Esto dinamitó las cosas internamente y finalmente, llegaron a un acuerdo.

Los capitanes del club estuvieron del lado de Tuchel, no por ir contra Lukaku sino porque el club fue el más afectado con las declaraciones y entienden que si quiere irse, puede hacerlo, pero que la conversación debe ser interna, al menos antes de hacerlo público, detalle que también tomaron a mal.

Aunque no lo dicen de forma clara, se entiende que ven la actitud del delantero como una pataleta al no ser titular y que en lugar de pelear el puesto, prefirió quejarse. Puede no ser así, pero finalmente los actos posteriores parecen haber dejado en claro que de esa manera actuó el ex Inter.

Tuchel y Lukaku se reunieron y aparentemente el delantero se habría disculpado por la forma en la que se expresó, aunque también se mantuvo firme en su postura y deseo, por lo que de momento volverá a las convocatorias y actividad del equipo, pero a la espera de poder irse rumbo a Italia.

Rechazo

Que no solo en el Chelsea, sino en Milán también. El delantero fue señalado por irse del Inter y sus aficionados ya desplegaron una pancarta con el mensaje de “no queremos al que se va con la lluvia sino al que se queda en la tormenta”, esto junto a la sensación de que su adiós tenía que ver con dinero.