Deportivamente hablando, la MLS sigue siendo una liga que tiene aún mucho que mejorar. Estados Unidos ha querido competir con el fútbol europeo y mundial pero con sus reglas y formatos, dando prioridad a lo económico y dejando a un lado el calendario FIFA, así como los descensos y ascensos, y ahora harían un movimiento aún más sorprendente para los que siguen el fútbol desde toda la vida. 

El Inter Miami, propiedad de David Beckham, es el club mejor posicionado para poder convencer a Leo Messi de marcharse al fútbol norteamericano. El argentino es un enamorado de la ciudad y pasa muchas de sus vacaciones en su casa en el estado de Florida. Sin embargo, el club no tiene margen para fichar al rosarino, aunque el jugador llegue con la carta de libertad.

Necesitan espacio para que pueda llegar 'D10S'

Las restricciones en las franquicias de la MLS son altas y los salarios de jugadores importante suelen estar por encima de los tres millones por temporada y seis en el caso de los jugadores franquicias, como sería en el caso de Leo. Por todo esto parece que la posibilidad se alejaba, hasta que la MLS decidió que valía la pena hacer un movimiento conjunto, algo que podría perjudicar directamente su posible vuelta al FC Barcelona.

En una reciente reunión entre los propietarios de los clubes se llegó a un acuerdo para intentar competir para que Messi continúe con su brillante carrera en su competición. Todos los propietarios acordaron que iban a pagar una parte del salario de Leo para que este pudiera fichar por la MLS. Todos pagan una parte del salario y Leo iba a decidir dónde jugar: si quiere hacerlo en el Miami, si quiere irse a Los Ángeles o si prefiere jugar desde Nueva York.

Capaces de todo para generar dinero

Dejando de lado la competitividad y centrándose en los estrictamente comercial, los equipos valoran que pagarían por un jugador que tendrían que enfrentar pero que su presencia en el torneo provocaría un incremento en la venta de los derechos de televisión. Con esta 'fórmula', Leo Messi les permitiría dar un salto más para popularizar este deporte en Estados Unidos con vistas a la organización del Mundial que debe disputarse en 2026.