Neymar ha protagonizado uno de los grandes culebrones futbolísticos del verano, tal vez el que ha cobrado más protagonismo. El brasileño, que llegó al Paris Saint-Germain en 2017 procedente del FC Barcelona​, forzó la máquina para salir del club parisino y regresar al Camp Nou, pero la operación se diluyó después de que los franceses no aceptasen la oferta de los azulgranas.

De hecho, el ex del Santos se puso ante los micrófonos de los medios de comunicación hace algunas semanas y dejó claro que su intención fue marcharse del equipo parisino. "Todo el mundo sabe que yo quería salir, y lo dejé muy claro. No voy a entrar en detalles, porque afecta a otras personas", aseguró, en aquella ocasión.

Pese a que su inicio de temporada con el Paris Saint-Germain dejó un comienzo tormentoso por el enfado de la afición pero una buena reconciliación a través de sus goles, la situación no habría cambiado demasiado. El brasileño echa mucho de menos Barcelona y, de hecho, viaja constantemente a la Ciudad Condal cuando tiene oportunidad de hacerlo.

Sin ir más lejos, el pasado fin de semana salió de fiesta junto a Arthur, pero todavía hay más: según la televisión oficial del FC Barcelona, Neymar también estuvo de paso en la fiesta del cumpleaños de la esposa de Luis Suárez, donde estaban el propio delantero de Salto y Leo Messi, ambos grandes amigos del brasileño.

De hecho, las últimas informaciones publicadas por el Mundo Deportivo afirman que Neymar ha confesado durante sus estancias en Barcelona que sigue teniendo la firme idea de regresar al Camp Nou, pese a que su intento el pasado verano acabó fracasando por la férrea postura del Paris Saint-Germain. Que se arrepiente de haberse marchado es un hecho, pero ahora sigue sin olvidarse de su hipotética vuelta.

Otro intento en 2020

Después de la turbulenta ventana estival, Neymar ha dado un paso adelante para ayudar al PSG, pero 2020 podría definir completamente su futuro. El FC Barcelona podría volver a la carga y la FIFA fijaría su precio con una normativa relativa al contrato de los jugadores, por lo que habría menos problemas para negociar con un PSG que ya le ha abierto la puerta. El futbolista ha aparcado las dudas y está centrado en el curso oficial, pero una vez se acabe, el culebrón volverá a empezar. La tregua apenas durará unos meses.