El padre de Pjanic explica porqué dijo 'no' al Barça en 2008

El FC Barcelona ya tiene otro fichaje para la temporada 2020-21, en la que podrá contar con Miralem Pjanic. Tras varios meses de intensas negociaciones con la Juventus, la operación recibió luz verde con el 'sí' de Arthur, que pondrá rumbo a Turín por 72 millones de euros más 10 en variables. A cambio, en la Ciudad Condal abonarán 60 y otros cinco sujetos a objetivos para formalizar el intercambio entre centrocampistas.

Esta no es la primera vez que los azulgrana intentan contratar al bosnio, por quien ya pujaron en 2008. Entonces, el crack era una joven promesa del Metz, que se dio a conocer internacionalmente poco después tras su salto al Olympique de Lyon. En una entrevista para la agencia 'EFE', su padre, Fahrudin Pjanic, explicó los dos motivos que les llevaron a rechazar la propuesta que le hubiera permitido mudarse a LaLiga.

El balcánico reconoció que se trataba de una gran oportunidad, pero también subrayó que en el plano institucional, la inestabilidad del club le generaba dudas. "Las negociaciones en Barcelona fueron muy correctas y hubo una oferta concreta para Miralem. Pero fue un tiempo turbulento en el club, cambiaban al entrenador Frank Rijkaard, a jugadores, se pedía la destitución del presidente, y no aceptamos", manifestó.

Además, añadió que tampoco estaba seguro de que fuera el mejor camino en el plano deportivo, ya que creía que a su hijo le convenía un destino en el que pudiera desarrollarse con menos presión: "Para alguien que entonces tenía 18 años no era bueno ir a un club como el Barça, donde de inmediato exigen resultados y donde nadie tiene el tiempo de esperar a que un joven jugador madure y se desarrolle de la mejor manera".

"Las negociaciones con el Barça fueron correctas y hubo una oferta, pero era un tiempo turbulento en el club y no aceptamos"

Fahrudin también detalló en aquel momento cómo decidió abandonar su país natal cuando percibió que se avecinaba una guerra, y reveló que en sus inicios ya tenía claro que Miralem iba a ser futbolista. "La pelota simplemente se le pegó. Siempre iba conmigo a los entrenamientos, no importaba si llovía o hacía sol. Cuando tenía seis o siete años me di cuenta de su gran talento", opinó antes de referirse a su explosión en el Metz.

Los grandes colocaron el punto de mira sobre Pjanic tras su evolución en el Stade Saint-Symphorien, cuando empezó a brillar en la Ligue 1 con apenas 17 años. "Me daba miedo porque a los 17 años tal vez era pronto, pero su entrenador me dijo que un talento como no había visto en mucho tiempo", comentó su padre sobre su primer técnico, que más tarde acabó convirtiéndose en su asesor y ejerció tareas de representante.

"Sabía que iba a ser jugador. Lo tuve claro cuando en un partido en Marsella tiró con calma un penalti para el Metz ante 50.000 hinchas que le silbaban. ¡Sólo tenía 17 años! El árbitro le pidió repetir porque la pelota no estaba bien puesta en el primer intento. Y pasó lo mismo. Husnija Fazlic, cazatalentos del Werder de Bremen, que estaba viendo conmigo el partido, me dijo que ya entonces era un gran jugador", sentenció.

Pjanic también rechazó a la selección de Francia

Pjanic sigue convencido de que su dedicación ha sido clave para labrarse una gran carrera, que podría llegar a su punto álgido en el Barça: "Todos mis sueños siempre estuvieron relacionados con el fútbol. Primero soñé con ser profesional. Siempre he ido paso a paso, sabía que no era posible hacerlo de la noche a la mañana, pero también sabía qué puedo hacer y cuánto valgo. Ni me subestimaba ni me sobrestimaba. Cuando jugué en el Metz y pasé a ser titular creció mi ambición y me preguntaba si un día llegaría a un gran club. Y así ha sucedido, gracias a dios".

En esta misma conversación con 'EFE', Miralem también reveló que rechazó a Francia para representar a Bosnia-Herzegovina a nivel de selecciones. "El entonces seleccionador francés Raymond Domenech me llamó, insistió en que cancelara el partido en Zenica (Bosnia) y me prometió invitarme a la selección francesa. Le agradecí el honor pero lo rechacé porque en Zenica se cumplió mi sueño", rememoró.

Ese amistoso en 2008 fue clave para iniciar su trayectoria internacional, ya que su formación en 'les grenats' le hubiera permitido elegir a los 'bleus'. Sin embargo, nunca tuvo dudas: "Cuando salí a la cancha ante Bulgaria sentí una gran felicidad. Es indescriptible, sobre todo porque durante mucho tiempo quise jugar para la selección de Bosnia-Herzegovina. Fueron para mí los momentos más difíciles, pero me mantuve firme en mi decisión. Ni yo ni mis padre queríamos desistir".