Paulinho, un fichaje que quiere hablar sobre el campo

A menudo se suele decir que no es justo juzgar un libro por su portada y que las apariencias engañan, y es por eso que José Paulo Bezerra Maciel Júnior, más conocido como Paulinho, debe tener una oportunidad en el FC Barcelona. Con una trayectoria irregular en el Tottenham y un brillo recuperado en el Guangzhou y en la selección brasileña, el centrocampista ha llegado la Ciudad Condal mentalizado de que las palabras importan poco y la clave será su rendimiento.

Sin preocuparse por su sueldo, por la posición en la que jugará, o incluso por si perderá opciones de jugar el Mundial de Rusia, el futbolista lo ha tenido claro, "siempre he querido estar aquí, esto es el Barça". "No me gusta hablar por hablar. Yo demostraré lo que tengo que demostrar en el campo. Ayudaré a mis compañeros y trabajaré cada día", ha confesado, un buen inicio para lo que le espera en el Camp Nou.

Porque en la complicada situación que vive el club, parece difícil de entender el interés por un jugador de 29 años, que jugaba en una liga de menor nivel y que no acaba de cuadrar en lo que se entiende como 'perfil Barça'. A pesar de todo, en el vestuario caben finos estilistas y trabajadores sacrificados, y este último es el papel al que Paulinho tendrá que agarrarse.

Aunque emular su gran rendimiento parece aún un desafío demasiado atrevido para el de Sao Paulo, su espejo debe ser una figura que caló muy hondo en los corazones de la afición barcelonista, Seydou Keita. El maliense llegó también entre sorpresas, con una edad similar y tras haber cuajado sólo un buen año en el Sevilla, al que llegó procedente del Lens. Y triunfó.

Triunfó como debe hacer Paulinho, corriendo como el que más entre los Xavi, Iniesta y Messi y ayudando tanto en defensa como en ataque, en el que aportó goles importantes. Todavía no tienen nada que ver y el rendimiento del brasileño es una incógnita, pero de momento ya comparten dorsal, el '15'. Por el bien del Barça, que le traiga suerte.

El precio, una losa

Lo que sí acompañará a Paulinho en toda su andadura en el Camp Nou, serán los 40 millones de euros que ha pagado el Barça por su fichaje. El futbolista ha afirmado no sentir presión por lo elevado de su coste, pero es cierto que tal y como está el mercado es una inversión considerable.

Los azulgrana no están teniendo acierto a la hora de negociar, algo que resulta muy complicado por la gran inyección económica que resultó de la marcha de Neymar, pero su compañero de selección debe olvidarse de los comentarios y centrarse en el césped, donde realmente quiere hablar.