La pista implícita de Quique Setién con el fichaje de Braithwaite

Quique Setién llegó al FC Barcelona​ un día después de que el club comunicara que Luis Suárez va a ser baja hasta el próximo mes de mayo o abril, en el mejor de los casos. Pocos días después, el técnico cántabro ya dejó caer en rueda de prensa que fichar a un '9' era una posibilidad muy factible, pero finalmente el mercado invernal cerró sin que se concretara ninguna operación.

Así las cosas, pocos días después de este cierre del periodo de traspasos, se confirmó otra noticia chocante: otra lesión de larga duración, en este caso la de Ousmane Dembélé. Fue entonces cuando reforzar la delantera -aprovechando la normativa de LaLiga y la Federación en casos de lesiones de larga duración- se volvió una necesidad totalmente urgente, reiterada por el propio Quique Setién.

En varios sectores de la prensa aparecieron como posibles refuerzos -recordemos que debían ser jugadores de LaLiga o en paro- nombres como los de Ángel Rodríguez (Getafe), Willian José (Real Sociedad), Loren Morón (Real Betis) o Roger Martí (Levante). Todos ellos eran jugadores de perfil '9' clásico. Algo que, curiosamente, chocaba con las palabras de Quique Setién en sus ruedas de prensa.

El entrenador del Barça respondió en numerosas ocasiones acerca del posible fichaje de un atacante y las ideas que transmitió delante de los micrófonos giraban entorno a una premisa básica: había que fichar un delantero de perfil versátil, que no solamente pudiese ocupar la posición de ariete sino que también pudiese adaptarse a otras zonas del campo.

Finalmente, el elegido ha sido Martin Braithwaite, un delantero que en el Leganés está acostumbrado tanto a ser la referencia ofensiva como a partir desde la banda izquierda tirando diagonales hacia el centro. En este sentido, es un refuerzo que, salvando las distancias, sirve para ocupar las posiciones tanto de Luis Suárez como de Ousmane Dembélé.

La pista de Setién

Quique Setién ha apostado, hasta el momento, por tres esquemas de juego: el 3-5-2, el 4-4-2 y el 4-3-3. La obsesión del santanderino por traer a un jugador que pudiese adaptarse tanto al centro como a la banda es, tal vez, una forma de decir que la apuesta por el 4-3-3 va a ser la base hasta final de temporada. El cántabro apostará por un sistema con extremos y es ahí donde alternativas como Ángel no acababan de encajar. La llegada de Braithwaite es un mensaje de tendencia hacia el 4-3-3 clásico.