La prensa francesa ve a Neymar en el Madrid

La guerra entre FC Barcelona y Real Madrid para hacerse con el fichaje de Neymar está en plena ebullición​. Sin embargo, en un cambio radical respecto a la situación de semanas atrás, parece que ahora son los blancos los que han tomado la delantera para fichar al brasileño y los que tienen más posibilidades de cerrar la operación.

Hay que recordar las palabras de Leonardo de Araújo, director deportivo del Paris Saint-Germain, reconociendo que “hay conversaciones más avanzadas” para el traspaso de Neymar. Por lo que parece, la 'bomba' que soltó el secretario técnico brasileño respecto a su compatriota iba en referencia al Real Madrid, que quiere cerrar su fichaje para contrarrestar la desastrosa pretemporada.

Según las informaciones publicadas por Le Parisien, el Paris Saint-Germain pide 200 millones de euros por el traspaso del delantero brasileño, una cifra que el FC Barcelona no está dispuesto a abonar ya que los culés solamente estarían dispuestos a aceptar un intercambio de jugadores o una cesión.

Por otra parte, según lo publicado por L'Equipe, el Real Madrid sí estaría dispuesto a poner una millonada encima de la mesa para llevarse a Neymar, aunque siempre planteando la posibilidad de que jugadores como Isco Alarcón, James Rodríguez o Gareth Bale puedan abaratar el traspaso sin olvidar el montante económico.

Las relaciones entre clubes, determinantes

La ventaja del Real Madrid respecto al FC Barcelona en la carrera por Neymar no es solamente un tema económico como el expuesto anteriormente, sino que las relaciones que mantienen las directivas podría jugar un papel no solamente crucial, sino definitivo en el desenlace del culebrón.

L'Equipe resalta que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, guarda unas excelentes relaciones con Nasser Al-Khelaïfi, máximo mandatario del Paris Saint-Germain. No obstante, las relaciones de Josep Maria Bartomeu con el dirigente del club francés son mucho más tensas por capítulos anteriores. Por ello, la única esperanza culé pasa por la voluntad de Neymar, que podría también acabar cambiando para tintarse de blanco.