La última petición que ha hecho Xavi Hernández al Barça

El mercado de fichajes estival del FC Barcelona está muy 'movido' y entra en semanas decisivas con respecto a las posibles incoporaciones, pero también con las salidas de la plantilla. Los azulgrana están obligados a 'deshacerse' de unos cuantos futbolistas para poder generar 'fair play' financiero y hacer hueco en el vestuario, pero de momento no hay movimientos ni luz verde para el Barça. De momento, solo queda esperar.

No obstante, Xavi Hernández no quiere que este proceso se alargue más. El entrenador egarense aterrizó este jueves en la concentración del Barça en Estados Unidos a poner 'orden'. Podrá estar en el banquillo para el Clásico de este 24 de julio contra el Real Madrid, en Las Vegas, pero estar al frente del equipo no es su único objetivo en las próximas semanas. Tiene mucho trabajo por delante. 

Según una reciente información del diario 'SPORT, el ex del Al-Sadd ha mantenido a su llegada a tierras estadounidenses un breve encuentro con los dirigentes del club en el que ha hecho una petición especial, pero clave para el desarrollo de las próximas semanas en medio del mercado de fichajes. Xavi ha pedido claridad en las ventas del equipo y espera que se completen antes de que regresen a Barcelona, tras la gira.

Negociaciones congeladas

Eso deja muy poco margen de acción para el Barça, sobre todo porque todas las operaciones están prácticamente congeladas. Neto Murara parecía el primero en salir, con destino al Celta, pero finalmente los vigueses dieron un paso atrás en la carrera por su traspaso. Ahora, apunta a recalar en el Nápoles, aunque las negociaciones no están en su punto final. 

En cualquier caso, el interés existe. No es la situación de los otros descartes (Riqui Puig, Samuel Umtiti o Martin Braithwaite), que no están en vías de hacer sus maletas: Ningún equipo ha tocado la puerta por ellos, aunque con el danés se ha hablado del interés del Valencia, entre otros. Òscar Mingueza también está en la puerta de salida, pero las grandes pretensiones económicas del Barça (de cinco millones de euros) para dejarle salir han evitado que se marche.