Después de haber sufrido un duro golpe en el mercado invernal al perder de manera sorpresiva en fichaje de Mykhaylo Mudryk, el Arsenal debe buscar alternativas para reforzar su delantera, un sector del campo que Mikel Arteta quiere afinar de cara al resto de la temporada en busca del título de la Premier League, a pesar de que ya ha tomado una buena distancia en el torneo con respecto a su escolta, el Manchester City.

Ante la imposibilidad de contar con el jugador que habrían deseado tras haber perdido la puja, el equipo del norte de Londres se estaría enfocando en Raphinha, quien no ha podido terminar de 'explotar' desde su llegada al FC Barcelona, por lo que el tren ejecutivo del club podría estar dispuesto a venderle o al menos no le pondría la etiqueta de intransferible, dependiendo de las ofertas que pueda recibir por su traspaso.

Las condiciones del Barça

Sin embargo, el diario 'Sport' ha dado a conocer que el presidente azulgrana, Joan Laporta, no estaría por la labor de deshacerse fácilmente del internacional con la 'Canarinha', por lo que le habría puesto un precio, pero no tan fácil de asumir para el conjunto británico. En concreto estaría exigiendo unos 100 millones de euros, casi 40 'kilos' más de lo que el Barça debió pagar en su momento para traerle desde el Leeds United.

Se trata de un monto similar al que el Chelsea llegó a pagar por Mudryk (70 millones fijos y 30 por concepto de variables) y que seguramente habría sido la misma cantidad que el Arsenal habría puesto sobre la mesa en caso de que los 'blues' no le hubieran arrebatado el fichaje de Mudryk. De esta manera, el Barcelona estaría capitalizando la necesidad de los 'gunners', que no esperaban recibir tal varapalo en invierno.

El Arsenal ya se ha interesado anteriormente en Raphinha y según el 'London Evening Standard', este interés habría renacido. No obstante, por el momento no ha habido movimientos más allá de conversaciones telefónicas entre el director deportivo del Arsenal, Edu Gaspar y el representante del jugador, Deco, y quizá el elevado precio del brasileño podría disuadir a los londinenses salvo que realmente estén dispuestos a ficharle.