Christian Eriksen continúa recuperándose después de haber sufrido una insuficiencia cardíaca que provocó que se desplomara en el primer partido de Dinamarca en la Eurocopa, ante Finlandia. El centrocampista se desplomó a los 43 minutos de partido y los servicios médicos se vistieron de héroes para salvarle la vida, en pleno terreno de juego, al futbolista de 29 años. 

De eso ha pasado poco más de un mes y todavía genera impacto cómo la vida de Eriksen cambió en cuestión de segundos mientras despejaba un balón, algo que hacía todo los días. Lo cierto es que tuvo que pasar por el quirófano para que le instalaran un desfibrilador subcutáneo, el cual actúa para regular la frecuencia cardíaca. En teoría, las personas que lo utilizan pueden continuar con su vida normal, pero para Eriksen supone un gran problema. 

En la Serie A está prohibido tener un desfibrilador subcutáneo para jugar al fútbol profesional, por lo que si el centrocampista danés decide darle continuidad a su carrera futbolísitca, de momento tendría que hacerlo fuera de su equipo actual, el Inter de Milán. Así pues, si se recupera tendrá que tomar una gran decisión.

No está autorizado

La regla ha sido confirmada por Francesco Braconaro, quien forma parte del comité médico de la Federación Italiana de Fútbol.  “En Italia tenemos pautas muy conservadoras con respecto a la salud de los jugadores. Aquí, Eriksen no puede ser elegible”, explicó durante una entrevista ofrecida a la radio napolitana 'Kiss Kiss'.

Por otra parte, ha dejado claro que la única forma que Eriksen regrese al 'calcio' será si se resuelve su patología y se somete a una nueva intervención quirúrjica para remover el dispositivo. Una opción que a corto plazo es imposible. En concreto, finalizó diciendo que: “Si se resuelve la patología y se le retira el desfibrilador, entonces podría volver al Inter".