La pandemia del coronavirus ha suspendido indefinidamente la actividad deportiva, frenando por completo el mundo del fútbol con la detención de los campeonatos ligueros y de las competiciones internacionales. La falta de partidos ha provocado que los clubes hayan perdido muchos millones de euros a causa de no obtener ingresos por derechos televisivos ni venta de entradas.
Ante esta complicada situación, los equipos han tenido que buscar soluciones alternativas para combatir la nueva crisis económica en la que se han visto envueltos, emplazando a sus futbolistas a colaborar y adecuar sus salarios a estas nuevas condiciones extraordinarias. Este gesto por parte de los deportistas es clave para que los clubes salgan airosos del gran problema actual.
Uno de los clubes que ya ha pactado esta reducción salarial ha sido el Bayern de Múnich, a través de las conversaciones del consejo de jugadores con el presidente de la junta directiva Karl-Heinz Rummenigge, el director deportivo Hasan Salihamidzic y el directivo Oliver Kahn. Finalmente, se determinó que el sueldo de los futbolistas sería reducido en un 20 por ciento.
Manuel Neuer, capitán de la selección alemana y del conjunto bávaro, explicó la situación en unas recientes declaraciones para la prensa alemana y, en una lección de humildad, asumió que la crisis hacía necesario un gesto por parte de los jugadores. "Los futbolistas somos un grupo profesional especialmente privilegiado, por lo que es evidente que debemos aceptar un recorte salarial cuando es necesario", dijo.
El portero germano, además, añadió que la primera plantilla, que cobra sueldos multimillonarios, ha visto necesario el gesto para que no se resientan el resto de empleados del club. "El Bayern tiene alrededor de mil empleados y muchos más alrededor del club que llevan a cabo importante tareas. Queremos ayudarlos como equipo con este gesto y ofrecerles seguridad", sentenció.
Necesidad de terminar los campeonatos
La necesidad de acabar las competiciones para que los clubes obtengan esos ingresos que han perdido es imperiosa y, por ello, es prioritario terminar los campeonatos. La Champions League, la Europa League y las ligas domésticas deben finalizar y el plan es que lo hagan incluso apretando el calendario y terminando la temporada en verano, ya que muchas entidades dependen de ello.