Ni Cristiano Ronaldo se salvó de la quema en una noche aciaga para el Manchester United, que este domingo encajó en Old Trafford una de las derrotas más dolorosas de los últimos tiempos al perder por 0-5 ante su acérrimo rival, el Liverpool, en el clásico de la Premier League.

Eso sí, el portugués, que durante el compromiso perdió los estribos y evitó de milagro la tarjeta roja al patear a Curtis Jones en el suelo mientras éste protegía el balón con su cuerpo una vez la falta había sido pitada, quiso dar la cara tras el descalabro de los de Ole Gunnar Solskjaer, el gran señalado por la afición del Manchester United.

Autocrítica

Cristiano apeló a su instinto de autocrítica y exculpó al técnico noruego de lo sucedido, asegurando que el resultado "es culpa nuestra, solo nuestra. No hay nadie más a quién culpar". El ex jugador del Real Madrid y Juventus también aprovechó para exaltar a la afición de los ‘red devils’.

Según el cinco veces ganador del Balón de Oro, los aficionados del United "estuvieron, una vez más, fantásticos con su apoyo constante. Se merecen mucho más que esto y depende de nosotros el conseguirlo. ¡El momento es ahora!", añadió el de Funchal.

Una dura estocada

Contando con una de las mejores plantillas del mundo, el Manchester United no ha podido conseguir los resultados deseados. Aunque el comienzo fue ilusionante, los de Solskjaer no pudieron mantenerse en la senda del triunfo y han naufragado tanto en la Premier League como en la Champions.

Gracias a Cristiano Ronaldo y a un poderoso envión anímico, los ‘red devils’ pudieron conseguir la remontada ante el Atalanta (3-2) tras haber finalizado el primer tiempo 0-2 en el marcador. Pero no pudieron hacer lo propio ante el encendido Liverpool, que de la mano de un inspirado Mohamed Salah, quien finalizó el encuentro con dos asistencias y tres goles, le propinó una paliza a los de Solskjaer. Un resultado que dejó al noruego pendiendo de un hilo.