Neymar marca, Mbappé se lesiona y el PSG gana la Copa de Francia

En la noche del viernes, al PSG le surgieron varias dudas de cara a la Champions League, pero tras la Ligue 1, ya tiene la Copa de Francia. El país vivía un partido oficial después de un parón que parecía interminable, y lo hizo con 5.000 espectadores en las gradas del Stade de France. En Saint-Denis se impuso el aspirante más poderoso en una jornada de alegrías y penas en la que un duro Saint-Étienne no quiso dejarse llevar.

Tras varios amistosos resueltos con goleada, los 'bleus' se encontraron ante un rival descarado y desafiante. El planteamiento ofensivo de Thomas Tuchel chocó frontalmente con el de Claude Puel, que parecía muy defensivo pero le buscó las cosquillas al campeón nacional. Pese a los cinco zagueros de su alineación, el punta Denis Bouanga dispuso de buenas ocasiones e incluso metió el miedo en el cuerpo con un tiro al palo.

Pero a veces el favoritismo se hace valer con efectividad, y ese factor acabó marcando las diferencias cuando anotó Neymar. Tras combinar con Ángel Di María, Kylian Mbappé cortó la retaguardia de los 'verts' como un cuchillo y se plantó ante Jessy Moulin, que despejó como pudo su disparo. El rechace llegó a los pies del brasileño en el corazón del área, y este fusiló con la zurda para dar ventaja a los suyos.

El tanto disparó las revoluciones del duelo, y la calentura se desbordó con un entradón de Loïc Perrin que lesionó a Mbappé. Habían probado los del Ródano a Keylor Navas y los parisinos no se querían quedar atrás, pero otra jugada clave fue la del capitán con el de Bondy. En la sucesión de roces, choques y faltas, una entrada al tobillo del '7' provocó que este se marchara entre lágrimas y su oponente justamente expulsado.

Con el portero de los verdes evitando una sangría mayor, la final se disolvió en la falta de ritmo de ambos aspirantes. El PSG gestionó su renta y buscó la sentencia por medio de un Pablo Sarabía muy activo, pero demostró que las piernas todavía necesitan ritmo tras mucho tiempo de inactividad. El Saint-Étienne, por su parte, apenas logró inquietar, pero se salvó del sonrojo tras jugar más de una hora con un hombre menos.

La lesión de Mbappé preocupa al PSG

El PSG festejó con ilusión un título que muchos consideraban 'cantado', pero lo hizo con un regusto amargo por el golpe de Mbappé. En los actos de celebración, el joven le explicó al presidente Emmanuel Macron que creía que no se había roto la articulación, pero existe malestar y cierto temor en el club por todo lo que está por venir. Además de la final de la Copa de la Liga que le cruzará con el Olympique de Lyon, un hueso que apunta a ser más duro de roer, el objetivo más importante son los cuartos de final de Champions contra el Atalanta, el próximo 12 de agosto.