Esta vez tampoco pudo ser. La Juventus de Turín, que tenía la oportunidad de coronarse matemáticamente campeona del 'Scudetto', dejó pasar la oportunidad al caer en el campo del Udinese (2-1), con remontada incluida y sin que sus grandes estrellas de ataque, Cristiano Ronaldo y Paulo Dybala, estuvieran lo suficientemente entonadas como para ver puerta.

Con el resultado adverso, los de Maurizio Sarri volvieron a certificar su mal estado de forma y apenas suman cinco puntos en las últimas cinco jornadas, lo que ha ido retrasando semana a semana un alirón que parecía cantado desde hacía tiempo. La 'Vecchia Signora' puede dar gracias de que sus rivales directos, principalmente Lazio e Inter de Milán, también hayan fallado estas últimas jornadas.

Ante el Udinese, fue Matthijs de Ligt quien adelantó a los 'bianconeri' con un gran disparo raso desde fuera del área, al filo del descanso, que ponía las cosas muy de cara para los de Sarri. Pero de la misma forma que le está ocurriendo al FC Barcelona en algunos partidos de esta temporada, la Juventus salió descentrada en la segunda parte y lo pagó caro ante un equipo que se está jugando descender.

En el minuto 52, Nestorovski se lanzó en plancha para rematar un buen centro de Sema, firmando así el 1-1 momentáneo en el electrónico. Lejos de reaccionar, la Juventus se vino abajo y el Udinese lo aprovechó para irse al ataque en busca de la victoria. Fofana organizó un imparable contraataque en el descuento, se deshizo de Matthijs de Ligt y marcó él mismo el 2-1 definitivo.

Una noche tirada a la basura

La Juventus se vio atascada durante todo el partido en el 5-3-2 arquetípico de los últimos años, sin frescura y sufriendo contragolpes muy peligrosos. Dybala y Cristiano, que habían empezado bien, apenas aparecieron en la segunda mitad y la 'Vecchia Signora' se quedó sin sumar unos puntos de oro, marrando la que se pensaba que sería una noche de celebración.

Los 'bianconeri' deberán esperar al próximo fin de semana, si consiguen la victoria, para celebrar al fin un título que se les está resistiendo. El hecho de que sus rivales directos tampoco dejen de fallar, en cualquier caso, sigue dejándoles el trofeo muy cerca. "Si nadie quiere el título, nos lo quedamos encantados", dijo Fabio Paratici antes del partido. Razón no le falta.