Después de que las autoridades británicas dictaran una serie de medidas sancionatorias sobre Roman Abramovich, propietario del Chelsea, ante el conflicto entre Ucrania y Rusia, entre las cuales figuraba la venta del club, el proceso llevado a cabo por representantes del gobierno del Reino Unido y el banco estadounidense Raine Group ya ha arrojado 'humo blanco'.

Todd Boehly ha sido el elegido como dueño del equipo londinense tras las sanciones a Abramovich, quien fue separado del club, aunque ha tenido participación en la selección de Boehly. Sin embargo, el ruso no percibirá el dinero correspondiente a la venta, que estará destinado a las personas afectadas por el conflicto tras la invasión al territorio ucraniano por parte de la Federación Rusa.

De esta manera, han quedado desestimadas las ofertas de otros consorcios, como en el caso de Martin Broughton, ex presidente del Liverpool, quien contaba con el apoyo de Lewis Hamilton y Serena Williams; Jim Ratcliffe, dueño de Ineos y Stephen Pagliuca, quien ostenta la propiedad del Atalanta y del equipo más exitoso en la historia de la NBA, los Celtics de Boston.

Boehly cuenta con una amplia experiencia al frente de equipos deportivos, como en el caso de los Dodgers de Los Ángeles, uno de los equipos con las nóminas más valiosas en el mejor béisbol del mundo, lo que podría dar un indicio de sus acciones al mando de los 'blues', que podrían recibir una importante inyección monetaria como en su momento ocurrió con Abramovich.

Boehly ya intentó convencer a Abramovich

De hecho, no es la primera vez que Boehly intenta hacerse con el club de Stamford Bridge. Ya en 2018 puso sobre la mesa una oferta de 2.500 millones de dólares para adquirirlo, pero esta fue declinada por el magnate ruso. Se estima que su fortuna alcanza los 6.000 millones de euros y ahora se encamina a nuevos retos con el Chelsea, teniendo la remodelación del estadio como una de sus primeras metas.