El director de desarrollo del fútbol mundial de la FIFA, Arsène Wenger, anunció ante prensa en París, que el fuera de juego podría decretarse a través de un sistema "automatizado en 2022", el mismo año en que se celebrará el venidero Mundial de Qatar.

"Hay muchas posibilidades de que el fuera de juego se automatice en 2022", dijo el ex entrenador del Arsenal sin desvelar mayores detalles ya que aclaró que "estoy obligado a mantenerlo en secreto, pero será la próxima de las grandes evoluciones del arbitraje".

Las declaraciones de Wenger ocurren a solo dos días después del polémico gol de Mbappé que decidió la final de la Nations League en el compromiso de Francia ante España en la que los de Deschamps ganaron 1-2. El delantero recibió el balón en posición adelantada, pero el VAR concedió el gol porque Eric Garcia había tocado el esférico previamente.

Aunque en estos momentos las decisiones para decretar el fuera de juego se toman recurriendo al VAR, Wenger sugiere que la intervención de la tecnología puede hacer que se señale dicha falta de forma automatizada.

Idea de vieja data

Este cambio ya había sido avanzado por la FIFA en junio de 2020, cuando desde dicha entidad anunciaron que se estaba considerando "desarrollar tecnología semiautomatizada para señalar el fuera de juego, con el fin de brindarle al VAR información adicional que simplificara la toma de decisiones del árbitro y optimizara el análisis de las imágenes".

Ahora, a raíz de las declaraciones del ex entrenador francés, no puede descartarse que el proyecto se acelere de cara al inminente Mundial de Qatar en 2022.

Lo que hay por delante

Sin embargo, antes de que se implemente un sistema de esta naturaleza, las autoridades de la FIFA tendrán que publicar un informe completo sobre este tema en noviembre antes de una cumbre mundial que vendría siendo antes de que termine este año para decidir si la reforma se aprueba o rechaza.

Un Mundial cada dos años

Asimismo, el también ex míster del Mónaco habló de su propuesta de celebrar un Mundial cada dos años en lugar de cuatro. Un proyecto que no ha sido visto con buenos ojos por equipos y organizaciones del deporte rey, principalmente la UEFA. Respecto a quienes expresan sus dudas por su propuesta, Wenger afirma "estar abierto" y "entender las reticencias porque hay un aspecto emocional" sobre la referida competición. "La reforma que propongo es parte de una reforma del calendario. Quiero reducir el número de partidos de clasificación", detalló

"Si el prestigio está ligado a la distancia entre las competiciones, sería necesario organizar el Mundial cada ocho años", ironizó Wenger. "Podríamos tener una gran competición cada año, alternando el Mundial con torneo continentales como la Eurocopa o la Copa América con 25 días de descanso garantizados previamente para preservar a los jugadores”.