Aunque parecía que este año podía tener una oportunidad para consolidarse, con la llegada de un entrenador nuevo y varios cambios en la plantilla, André Gomes se ha acercado más a una sentencia definitiva que a un nuevo intento de triunfar en el Barça. Ernesto Valverde estaba interesado en contar con sus servicios, pero poco a poco también ha ido perdiendo la confianza.

Y es que las cualidades del portugués gustan, y mucho, al cuerpo técnico: Una imponente presencia física, buen trato de balón, capacidad de llegada... Pero cuando se enfunda la elástica azulgrana, al ex del Valencia le desaparecen todas las virtudes y le sobreviene una parsimonia que ha desesperado hasta el más paciente de los aficionados culés.

Precisamente la paciencia parece habérsele agotado a Valverde, que lo intentó los primeros días con André Gomes pero está muy cerca de la rendición. A su llegada de las vacaciones, el luso ya participó del duelo de entrenamiento contra el Nàstic, pero su falta de ritmo acabó dejándole fuera de combate por unas molestias.

Tuvo una nueva oportunidad en la vuelta de la Supercopa frente al Real Madrid, pero de nuevo volvió a ser uno de los grandes señalados por la mala imagen que dejó el equipo. El estreno de LaLiga contra el Betis parecía una buena ocasión para que tuviera minutos, con un sistema en el que además podría encajar sin demasiada complicación, pero las sustituciones las ganaron Denis, Aleix Vidal y Digne y el de Grijó continuó sentado en un banquillo en el que puede que no le quede demasiado tiempo.

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Porque esta vez con el visto bueno de Valverde, el Barça podría plantearse de manera definitiva la salida de André Gomes, del que está pendiente la Juventus y por el que ha mostrado interés algún conjunto más. Entre los objetivos azulgrana estaría recuperar como mínimo los más de 30 millones de euros que se dedicaron a su fichaje, aunque tampoco se descarta incluirle en algunas de las operaciones abiertas en el mercado. De momento, habrá que esperar.