Arturo Vidal, de tener un pie fuera del Barça a ser intransferible

Arturo Vidal llegó al FC Barcelona procedente del Bayern de Múnich estando acostumbrado a ser un jugador clave en todos sus anteriores equipos. Y no solamente en el Allianz Arena era titular indiscutible, sino que también venía de serlo en la Juventus de Turín, en el Bayer Leverkusen y en la selección de Chile. No obstante, su papel cambió tras su llegada al Camp Nou.

Ernesto Valverde le consideraba un revulsivo y, pese a que le daba minutos en prácticamente todos los partidos, sus apariciones solían llegar desde el banquillo. Un rol al que Arturo Vidal no estaba acostumbrado durante su carrera y que le indignó hasta el punto de afirmar en varios medios de comunicación su descontento por no ser titular indiscutible.

Después de un tiempo más calmado, el centrocampista chileno volvió a la carga el pasado mes de diciembre, en el que dejó la puerta abierta a marcharse en el presente mercado de fichajes invernal. Pasados unos días, los representantes del chileno llegaron incluso a denunciar al FC Barcelona por un supuesto impago, aunque dicha denuncia fue por una mala interpretación del contrato del jugador y realmente el club culé había pagado lo que le tocaba.

Varios sectores de la prensa interpretaron dicho movimiento como un intento del futbolista para forzar su marcha al Inter de Milán, un equipo que apostó muy fuerte por él y en el que se hubiese encontrado con Antonio Conte que es, de momento, el técnico que mejor rendimiento supo sacar del internacional chileno. Sin embargo, el FC Barcelona siempre se mostró reacio a vender al jugador a mitad de temporada.

Arturo Vidal no es transferible

Arturo Vidal era un jugador clave para revolucionar los partidos con Ernesto Valverde. El Txingurri no quería perderle y Quique Setién, tras llegar al club culé para relevar al extremeño, parece que piensa los mismo que su predecesor. Sigue siendo un jugador importante por el perfil distinto que ofrece, por ser un centrocampista totalmente opuesto a los Arthur o De Jong y por ser una pieza que desordena por completo al rival, algo que le convierte en muy difícil de parar.

Es en ese caos que genera Arturo Vidal cuando entra al terreno de juego es lo que le convierte en un jugador único. Un centrocampista que se incorpora desde la segunda línea y que, pese a no ser un virtuoso técnicamente, siempre se cuela entre las defensas rivales para generar peligro y sorprender. Un recurso para romper la monotonía que los culés están exhibiendo esta temporada y que puede seguir dando muchos puntos. Por ello, es intransferible en estos momentos.