Las lesiones están azotando al FC Barcelona desde que comenzó la temporada y la última importante ha sido la de Nélson Semedo. El portugués se tuvo que marchar en la primera parte con molestias por Sergio Busquets. El movimiento llevó a Sergi Roberto, que estaba jugando en el mediocampo, hasta el lateral diestro.

El de Reus terminó viendo una cartulina amarilla en el choque que, teniendo en cuenta la lesión de Semedo, traerá consecuencias importantes para el Barça. Ernesto Valverde solo tendrá dos carrileros disponibles para el próximo partido de Liga contra el Leganés. Junior Firpo​ y Moussa Wagué son los únicos laterales sanos y que podrán jugar, ya que la tarjeta que vio Roberto es la quinta y le acarreará un encuentro de suspensión.

Ya se ha anunciado que Semedo estará unas cinco semanas de baja, con lo que no estará recuperado para la vuelta del parón de selecciones e incluso es duda para el Clásico del 18 de diciembre. Jordi Alba también esta de baja y no se sabe el tiempo estimado en el que volverá a estar disponible. La zona de la lesión es la misma que la que le mantuvo fuera a comienzo de curso y el Barcelona no quiere que fuerce su recuperación. Parece complicado que pueda estar para la vuelta del parón.

Con todo ello y sumando la baja de Sergi Roberto por sanción, Valverde tendrá que tirar en Butarque de los dos laterales con los que menos ha contado esta campaña. Junior, que fue titular contra el Celta, no jugaba desde el choque en Getafe a finales de septiembre. Por su lado, Wagué ni siquiera ha debutado esta temporada con el Barça.

Junior y Wagué, laterales en Butarque

El hispano-dominicano tendrá una nueva oportunidad de lucirse en Leganés, mientras que todo apunta que el senegalés podrá debutar por fin este curso. Wagué debía ser el suplente de Semedo este curso, pero Valverde no está confiando en él y está tirando de Sergi Roberto para relevar al luso. El africano, que apuntaba alto en el filial, espera poder reivindicarse después del parón.

La defensa del Barça en Leganés será totalmente de circunstancias en sus costados y el equipo madrileño intentará aprovecharlo como pueda. Los de Aguirre, que fue nombrado nuevo entrenador hace unos días, están en descenso, pero siempre son peligrosos. Será una oportunidad de oro para que tanto Wagué como Junior demuestren que están hechos para jugar en el Barcelona.