Sin lugar a dudas, el FC Barcelona tocó fondo este viernes con una noche que posiblemente pase a la historia del club como la más bochornosa de su historia, son los azulgranas siendo vapuleados por el Bayern de Múnich con un calamitoso 2-8. Tras una debacle de estas características, se esperaba que los jugadores​ diesen la cara, pero solamente lo han hecho dos: Gerard Piqué y Frenkie de Jong.

Primero lo hizo el catalán, tercer capitán del equipo azulgrana. “Ha sido un partido horrible, una sensación nefasta, vergüenza es la palabra, no se puede competir así, no se puede ir por Europa así, es muy duro”, comentó, añadiendo que "el club necesita cambios de todo tipo, nadie es imprescindible, yo soy el primero que me ofrezco en dejarlo e irme si hace falta sangre nueva y cambiar esta dinámica”.

Después de Gerard Piqué, se esperaba que hablasen otras 'vacas sagradas', pero solamente habló Frenkie de Jong. "Pedimos perdón a los aficionados. Creo que tenemos que cambiar muchas cosas", reconoció, agregando que "es una gran decepción, no solo para mí, para todo el club, porque este club está acostumbrado a ganar trofeos. Es el club más grande del mundo, tenemos que rendir mucho mejor que esta noche".

Con el paso de las horas, se esperaba que los dos primeros capitanes, Leo Messi y Sergio Busquets, se pronunciasen de alguna forma. Especialmente el argentino, que últimamente se había mostrado más intervencionista para hacer autocrítica o para dar ánimos al equipo. O tal vez que también se esperaban unas palabras de Luis Suárez, que hace unas semanas cargó contra los técnicos pero que en ningún momento ha reconocido su desastroso estado de forma o el mal juego del equipo.

Un día después del histórico desastre que el FC Barcelona vivió en Lisboa contra el Bayern de Múnich, seguimos igual: con las únicas explicaciones de Gerard Piqué y de Frenkie de Jong como representantes de los jugadores. Ni siquiera un mensaje en las redes sociales del resto para pedir perdón a una afición que lleva tres años aguantando humillación tras humillación. Este sábado, todos ya están de vacaciones, pero solamente el catalán y el holandés han dado la cara.

Hablaron Quique Setién y Josep Maria Bartomeu

Quien sí dio la cara, por la obligación de la rueda de prensa posterior al partido, fue un Quique Setién que sabe que está sentenciado en el banquillo del FC Barcelona. También lo hizo Josep Maria Bartomeu, que anunció que ya había tomado decisiones drásticas antes de la humillante derrota y que, tras ella, vendrán algunas más. No obstante, no parece que su dimisión sea una de estas acciones a emprender.