La confesión más dura de Raphinha sobre su infancia

Raphinha no tuvo un comienzo sencillo. Antes de comenzar a despuntar en Francia o que fuese reconocido en su país, Brasil, el futbolista vivió muchas calamidades durante su infancia. Nació en un barrio muy humilde en el que pudo haberse desviado al 'mal' camino, pero su sueño de triunfar en el fútbol le permitieron dar un salto que ni él se imaginaba. Unos cuantos años después, cumplió su sueño de jugar en el FC Barcelona. 

En una reciente entrevista que ha concedido a 'UOL Esporte', el extremo derecho de 25 años se ha confesado y dejó claro que no tuvo una infancia sencilla. Señaló que "sería injusto decir que he pasado hambre en mi vida y a mis padres nunca les faltó comida en casa", pero que en algún momento llegó a pedir comida en la calle tras los entrenamientos, cuando tenía 12 o 14 años. 

"Después del entrenamiento, me paraba en la calle y le pedía a la gente que me comprara algo para comer o un refrigerio. Algunas personas me ayudaban, otras me llamaban vagabundo sin rodeos", confesó Raphinha en la entrevista, añadiendo posteriormente que "y no había nada que hacer, era esperar a que llegara el autobús a casa para poder comer algo. Yo tenía entre 12 y 14 años en ese momento". 

El brasileño, del mismo modo, confesó que hizo muchos esfuerzos para cumplir su sueño de jugar al fútbol: "los recuerdos de mis comienzos son duros, pero quería cumplir mi sueño. Tenía que ir a entrenar a un lugar lejos de casa. Estuve a 8-9 horas de casa. Apenas tenía suficiente dinero para el autobús, no comí nada durante 8-9 horas. No tenía nada para comer".

La fortaleza de Raphinha

Sobre el lugar donde creció, destacó que era un sitio que se prestaba para el 'desarrollo' de criminales y en el que el tráfico de droga era demasiado común. Su sueño y ganas de trabajar para ser futbolista le ayudaron a mantenerse en la línea indicada: "Crecí en una comunidad donde el crimen y el tráfico de drogas eran comunes, pero era fuerte para mantener mi enfoque: ser futbolista. Lograr este objetivo al salir de una comunidad es un gran sacrificio. Pero mi ambición era aún mayor. Ese chicho superó todo esto en su camino al gran escenario. No me desvié. Si hoy hablan de mi 'magia' en el fútbol, digo... esta es la verdadera magia". 

Eso sí, destacó que no era sencillo rechazar las tentaciones: "Durante mi adolescencia, en mi barrio, aparecieron oportunidades, y hubo muchas. Prometen una forma más fácil de ganar dinero. Y ahí es donde la gente se pierde. Conocí a personas que no tenían un gran enfoque, una familia para sustentarse, estaban perdidos. En momentos como estos, perdí muchos amigos en el mundo del crimen, en el narcotráfico... Amigos que eran mucho mejores que yo en el fútbol, que podría haber estado en un gran club".