Philippe Coutinho llegó al FC Barcelona en enero de 2018, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia de la entidad. El club catalán desembolsó 120 millones de euros fijos más otros 40 en concepto de variables, una cantidad que puede llegar a sumar fácilmente 160 'kilos'. El negocio acabó siendo totalmente fructífero para el Liverpool, ya que obtuvo un dineral y pudo reforzar otras posiciones.

Desde la marcha de Coutinho, el conjunto dirigido por Jürgen Klopp se ha convertido en el mejor de Europa, llegando a dos finales consecutivas de la Champions League, ganando una y muy posiblemente arrebatándole la Premier League al Manchester City de Pep Guardiola por los 22 puntos de ventaja que tiene ahora mismo. A nivel deportivo, el Liverpool no ha notado la ausencia del brasileño y, a nivel económico, subió como la espuma.

"Cuando se fue Coutinho, solo perdimos un partido"

Peter Moore, director deportivo del Liverpool, 'rajó' recientemente del carioca recordando que el equipo 'red' mejoró tras su marcha. "Cuando Philippe Coutinho se fue hubo un cambio, no sólo en la estructura del equipo, sino también en la forma de jugar al fútbol. Si recuerdas, cuando se marchó hace dos años, hubo un cambio completo del estilo de juego y sólo perdimos un partido durante el resto de la temporada", dijo.

"No desprecio a Coutinho, pero jugamos de otra manera y el dinero que ingresamos del Barcelona ayudó a traer a Alisson Becker", añadió Moore. Unas palabras que de bien seguro no habrán sentado nada bien al centrocampista brasileño, que era considerado un ídolo en Anfield. Sin embargo, sus palabras tienen parte de razón: tras la marcha de Coutinho, el Liverpool despegó para elevarse al olimpo mundial.

El fracaso de Coutinho en el Barça

Robert Fernández, ex secretario técnico del FC Barcelona, vio en Coutinho el relevo generacional ideal para Andrés Iniesta por tener supuestamente características de juego semejantes. No obstante, el brasileño no funcionó en la misma posición del manchego, la de interior, ya que le faltaba fondo físico para hacer los repliegues defensivos.

Como extremo, posición alternativa que le buscó Ernesto Valverde, el carioca también anduvo bastante perdido, ya que tampoco replegaba defensivamente cuando le tocaba hacerlo y porque le faltaba velocidad para desbordar a los rivales. En verano fue cedido al Bayern de Múnich con opción de compra, pero tampoco en el Allianz Arena ha conseguido sacar a relucir su mejor nivel. Los bávaros no ejercerán esa opción de compra y el brasileño volverá a ser un problema para el FC Barcelona.