El pasado verano, la plantilla del FC Barcelona sufrió cambios importantes. Philippe Coutinho se marchó cedido al Bayern de Múnich y otros jugadores con menos minutos como Rafinha o Denis Suárez también hicieron las maletas. Eso sí, también hubo fichajes de grandes dimensiones, como los de Frenkie de Jong y Antoine Griezmann.

Hasta el momento, tanto el mediocentro holandés como el delantero francés han dejado buenas sensaciones al barcelonismo. De Jong se ha convertido en un intocable en el centro del campo de Ernesto Valverde y Griezmann se entiende cada vez mejor con Leo Messi y Luis Suárez, incluso marcando algunos goles importantes en las últimas semanas.

Pese a que, en líneas generales, ambos están rindiendo bien, es una evidencia que se espera más de ellos a medida que se vayan adaptando plenamente al equipo azulgrana. En especial, porque ninguno de los dos está jugando en el puesto en el que lo venían haciendo en sus anteriores equipos, algo que ambos han reconocido que les está suponiendo un periodo mayor de conocimiento de la posición.

Un cambio radical

Naturalmente, han sido dos cambios importantes. En el caso de De Jong, venía de jugar en el Ajax como mediocentro en un doble pivote, teniendo al lado un futbolista de contención que le permitía tener más libertad para hacer de organizador. En el Barça, acostumbra de jugar de interior, algo que le obliga a descolgarse en ataque y a tener más recorrido, lo que supone una tarea que no estaba acostumbrado a hacer antes.

Antoine Griezmann también ha sufrido un cambio brusco. En el Atlético de Madrid, tenía plenas libertades para moverse como mediapunta por detrás de un delantero centro más fijo como Diego Costa. En el Barça tiene mucha menos libertad y debe partir siempre desde la banda izquierda, obligado a bajar a defender dando ayudas al lateral zurdo.

Valverde, que parece confiar ciegamente en el 4-3-3, no se arriesgó a modificar el esquema e intentó adaptar a ambos jugadores a las posiciones que creyó idóneas para ellos. Ahora hará falta ver hasta qué punto llegan los progresos de dos futbolistas de gran calidad, esperando que no se queden estancados como le pasó a Philippe Coutinho.