Aunque alcanzó una derrota por la mínima, el FC Barcelona rozó la humillación en su visita al Levante, con un enfrentamiento loco y sin defensas en el que se dejó su trabajada imbatibilidad en LaLiga. A pesar de que no hay demasiadas conclusiones positivas tras el tropiezo, Philippe Coutinho se destacó como una gran noticia para los culés.

En ausencia de Leo Messi, el brasileño fue el mejor, entre otras cosas, porque tuvo la capacidad de echarse al equipo a la espalda. Las dudas en la retaguardia fueron decisivas, pero en un ataque demasiado espeso, el de Río de Janeiro no se cansó de intentarlo todo, lo que al final fue decisivo para poder, al menos, luchar por la igualada.

Al centrocampista le acompañó la fortuna en varios de sus tantos, pero si le llegó la suerte fue porque la buscó. En dos ocasiones sus golpeos los desviaron otros jugadores e incomodaron al guardameta, y en otra, un disparo perdido de Ousmane Dembélé le quedó muerto en los pies. Pocas oportunidades hubo tan claras como las que generaron sus botas.

Coutinho, un jugador ideal para el Barça

Enmedio de las discusiones sobre la 'Messidependencia' y el adiós de Andrés Iniesta, Coutinho ha demostrado que puede ser uno de los líderes del Barça. Ya avisó Luis Suárez que además de la clase y el estilo, su amigo tenía una personalidad capaz de dejar huella, y en los últimos meses la ha dejado ver con claridad.

Lo que hace diferente a Philippe es que cuando a todos les quema el balón él lo pide, algo que ocurrió sobre el césped del Ciutat de València. Cuando nadie sabia como atacar al Levante, el ex del Liverpool se decidió a encarar, a pasar, a disparar. A base de entrega recortó distancia y metió también a sus compañeros.

Quien merece también una mención especial es Denis Suárez, que desde su entrada fue el socio perfecto para los esfuerzos del carioca. Ha pasado mucho tiempo en el banquillo y su continuidad se ha puesto en duda, pero a la hora de la verdad, el gallego ha vuelto a señalar por qué quiere quedarse en el Barça.