En la final de la Copa del Rey 2016-17 hubo muchos protagonistas, pero dos de los más destacados estuvieron en el bando ganador, el del FC Barcelona. Neymar y Leo Messi lideraron a su equipo, y a parte de anotar un gol cada uno también aparecieron en algunas jugadas a revisar.

El brasileño, que subió el segundo tanto al marcador a pesar de encontrarse en fuera de juego, fue objeto de un claro penalti tras un 'atropello' de Rubén Sobrino. Leo Messi, que tenía el balón en su poder, tomó buena nota de la acción, y tras enviar un disparo fuera fue a reclamarle al delantero alavesista su golpe a Neymar.

El de Daimiel no encajó nada bien las críticas, y se revolvió dando lugar a un amago de tangana que pronto los jugadores de uno y otro equipo se encargaron de pacificar.

Clos Gómez, sin acierto

El árbitro de la final, Clos Gómez, también fue el desafortunado protagonista en esta acción, después de no haberse encontrado cómodo durante el resto de un partido demasiado exigente para su despedida.

El maño, tras la discusión que produjo la protesta de Messi, acabó enseñando una tarjeta amarilla a Rubén Sobrino, pero también amonestó al argentino y a Andrés Iniesta, que se acercó a reclamar cuando los jugadores volvían a sus posiciones.