Antoine Griezmann se convirtió el pasado mes de julio en el fichaje estrella del FC Barcelona de cara a esta temporada. El club azulgrana pagó por él los 120 millones de euros de su cláusula de rescisión para sumar más poderío en la delantera, con la seguridad de hacerse con un futbolista que había triunfado en LaLiga y en la selección de Francia.
Tanto en sus equipos del campeonato español (Atlético de Madrid y Real Sociedad) como con su equipo nacional, Griezmann siempre triunfó con el dorsal '7' en la espalda, su favorito y el que hubiese querido lucir en el FC Barcelona. Sin embargo, cuando se cerró su incorporación, el '7' lo lucía Philippe Coutinho, otro de los fichajes estelares de los culés pero, en este caso, de enero de 2018.
Por respeto, Antoine Griezmann no se quedó el '7', propiedad de uno de los jugadores de la plantilla, y eligió lucir el '17', con el que fue presentado. Sin embargo, ahora el '7' quedará libre en el equipo culé, ya que Philippe Coutinho jugará cedido en el Bayern de Múnich y dejará su dorsal sin futbolista asignado a él.
Muchos rumores se despertaron en relación a la posibilidad de que Griezmann heredara el '7' de Coutinho para tener el dorsal con el que siempre quiso y con el que triunfó. Sin embargo, la normativa no permite que haya un cambio de dorsal en plena temporada una vez el jugador en cuestión ya ha saltado al terreno de juego con un número concreto en un partido oficial.
La Real Federación de Fútbol (RFEF) es muy clara en este sentido y especifica en el artículo 216, apartado tres, que "el jugador tendrá que exhibir el mismo dorsal en todos y cada uno de los partidos oficiales que juegue esa temporada". pPor tanto, Antoine Griezmann seguirá con el dorsal '17' durante la presente temporada.
Griezmann deberá esperar a 2020
Antoine Griezmann no podrá lucir el '7' hasta la próxima temporada. De este modo, todos los aficionados que decidieron comprarse la camiseta del delantero francés con el dorsal número '17', no tendrán que temer por cambios de última hora. Eso sí, en 2020, de bien seguro que el galo pedirá tener el número en la espalda con el que siempre se ha sentido cómodo.