Toda ovación es merecida para Frenkie de Jong. El joven centrocampista holandés volvió a ganarse los aplausos del Camp Nou este sábado frente al Mallorca, al ser sustituido por Arturo Vidal después de realizar otra actuación magistral con el FC Barcelona... Y ya van unas cuantas. El de Arkel ha encajado como anillo al dedo en el ecosistema culé, sin necesitar apenas adaptación.
En casi todos los partidos está rindiendo a un grandísimo nivel, lo que otorga dinamismo, frescura y claridad de ideas en la sala de máquinas. Una bocanada de oxígeno que permite que las combinaciones sean más rápidas, y que el balón tarde menos en pasar de la línea defensiva a la atacante. De Jong, además, se está confirmando como 'box to box' con sus conducciones verticales y su capacidad para recuperar balones.
El holandés lo hace todo bien, y quizá la única asignatura pendiente que le queda es tener una mayor incidencia de cara a la portería contraria. Aunque mientras asista a sus compañeros como este sábado en el golazo de tacón de Luis Suárez, no hay problema. El '21' del FC Barcelona sabe interpretar a la perfección cada situación del juego, y el posicionamiento es una de sus mejores virtudes.
Es rápido mentalmente y también de movimientos, apenas pierde balones y contribuye a cortar las intentonas de contragolpe del rival. Además de asistir a Luis Suárez, contra el Mallorca protagonizó otra conducción que acabó en ‘casi-gol’ de Antoine Griezmann.
Frenkie de Jong, titular indiscutible en este Barça
De Jong, en resumidas cuentas, se ha ganado a pulso el hecho de ser un titular indiscutible para Ernesto Valverde, junto a Sergio Busquets en el centro del campo. La otra posición de interior es la que genera más dudas entre Rakitic, Arturo Vidal y Arthur, pero con De Jong se entiende que el holandés no tiene competencia posible en el Barça actual, viendo el nivel que está demostrando.
El FC Barcelona realizó un gran movimiento cuando, durante el pasado mes de enero de 2019, actuó rápido en el mercado de fichajes para evitar que De Jong se marchase al Paris Saint-Germain. El conjunto culé logró el fichaje del holandés por un precio que, aunque en su día fue elevado, sin duda acabará siendo amortizado viendo todos los años que tiene por delante en el equipo. El futuro, con él de protagonista en la sala de máquinas, se presenta brillante.